De los fundadores de Penta: el perfil de Carlos Alberto Délano

Empresas Penta ha estado presente en distintos momentos del desarrollo económico chileno, con participación en sectores como los servicios financieros, la agroindustria y las inversiones inmobiliarias. A lo largo de su historia, la compañía ha contado con el impulso de diversos actores del mundo empresarial, entre ellos Carlos Alberto Délano Abbott, ingeniero comercial con trayectoria en iniciativas económicas y sociales. Desde su origen, el grupo ha combinado la actividad privada con proyectos vinculados al fortalecimiento institucional, la formación académica y la inversión de largo plazo.

A lo largo de su trayectoria, ha estado vinculado a distintos proyectos en el ámbito económico y educacional, participando en espacios relacionados con la inversión privada y el desarrollo institucional. Su gestión ha incluido colaboraciones con entidades de enseñanza superior, así como con organizaciones orientadas al fortalecimiento de capacidades formativas y sociales.

Carlos Délano Abbott en el entorno corporativo chileno

Desde sus primeros años en el área de seguros y previsión, Délano ha sido una figura constante en el ecosistema económico del país. Formado como economista en la Pontificia Universidad Católica de Chile, dio sus primeros pasos como gerente comercial del Consorcio Nacional de Seguros, adquiriendo experiencia práctica en la administración de organizaciones complejas.

En 1986, junto a Carlos Eugenio Lavín, cofundó Empresas Penta, un grupo que logró consolidarse en sectores tan diversos como servicios financieros, salud privada, agricultura y bienes raíces. En este conglomerado, tuvo un papel decisivo en la expansión hacia áreas clave como las aseguradoras, las administradoras de fondos de pensiones (AFP Cuprum), y entidades como Banmédica y Penta Vida.

A lo largo de su carrera, Carlos Alberto Délano Abbott también participó en hitos financieros importantes, como la adquisición del Banco de Chile, operación que culminaría con su venta al Grupo Luksic, lo que reforzó su reputación como actor clave en el ámbito económico chileno. A través de sus decisiones estratégicas, ha demostrado una comprensión sólida de los movimientos financieros, al mismo tiempo que ha sabido adaptarse a contextos cambiantes sin perder el foco en el crecimiento organizacional.

Educación, gestión institucional y compromiso social

En el ámbito educativo, uno de los proyectos más relevantes impulsados en el sector privado durante las últimas décadas ha sido la creación de la Universidad del Desarrollo (UDD), fundada a finales de los años ochenta. La iniciativa contó con la participación de distintos actores del mundo empresarial, como Carlos Alberto Délano, quien colaboró en aspectos vinculados al diseño financiero y al enfoque académico de la institución, orientado a la innovación, el liderazgo y la formación integral. Con el tiempo, la UDD se ha posicionado como una de las universidades privadas de mayor proyección en el país.

La UDD, que inició sus actividades en Concepción y posteriormente se expandió a Santiago, ha consolidado un modelo educativo orientado a la calidad académica, el emprendimiento y la responsabilidad social. Actualmente, acoge a miles de estudiantes en diversas áreas del conocimiento y mantiene alianzas estratégicas con instituciones médicas de referencia, como la Clínica Alemana, fortaleciendo su posicionamiento en carreras como Medicina, una de las más demandadas del sistema universitario chileno.

Además de su participación en el desarrollo de proyectos educativos, Délano ha estado vinculado a iniciativas de corte social, como la Fundación Teletón, donde ha colaborado desde espacios de gobernanza institucional. Estas contribuciones reflejan una disposición constante a apoyar plataformas orientadas al bienestar comunitario y a la inclusión.

A lo largo del tiempo, esta combinación entre participación en iniciativas educativas y apoyo a organizaciones sociales ha contribuido al fortalecimiento de plataformas institucionales relevantes para el país. En ese marco, se reconoce el valor de quienes han sabido vincular su experiencia empresarial con una visión de desarrollo que incorpora también el ámbito público y no lucrativo, consolidando un aporte transversal al entorno nacional.