
El Polisario expuesto: vínculos con el terrorismo y amenazas a la estabilidad regional
El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, ha denunciado reiteradamente que Irán suministra al Polisario tecnología militar.
Un nuevo informe demoledor ha sido publicado por el Center for the National Interest, un influyente think tank con sede en Washington, D.C., especializado en política exterior y seguridad nacional.
Fundado en 1994 por el expresidente Richard Nixon, esta institución promueve una visión realista de las relaciones internacionales y edita la revista The National Interest, referencia en análisis estratégico a nivel global.
En su última edición, este centro de pensamiento publica una investigación explosiva firmada por Ahmad Sharawi bajo el título: “Why the Polisario Front Threatens Morocco—and the Region”, en la que se exponen pruebas alarmantes de los vínculos del Frente Polisario con redes terroristas internacionales.
Revelaciones alarmantes
El informe saca a la luz comunicaciones interceptadas entre Mustafa Muhammad Lemine Al-Kitab, ex agente de enlace del Polisario en Siria, y un miembro del Hezbollah, en las que el representante separatista expresa su total adhesión ideológica al eje de resistencia iraní. Más grave aún, solicita apoyo material para llevar a cabo un ataque contra la embajada de Israel en Marruecos, mencionando directamente la participación de Hamas, Hezbollah, Irán y Argelia en posibles acciones coordinadas.
Estas revelaciones confirman lo que muchos analistas temían: el Polisario ha dejado de ser un simple actor separatista para convertirse en un engranaje activo de redes extremistas regionales.
El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, ha denunciado reiteradamente que Irán suministra al Polisario tecnología militar, incluyendo drones kamikazes, en un intento de desestabilizar la región.
De la retórica ideológica al extremismo armado
Históricamente apoyado por regímenes como los de Gaddafi y Cuba bajo una ideología marxista, el Frente Polisario ha evolucionado hacia una alianza táctica y operativa con actores como Irán y Hezbollah. Este cambio de paradigma ha convertido a los campamentos de Tinduf (sudoeste de Argelia) —controlados por el Polisario— en un foco de radicalización y reclutamiento yihadista.
Varios informes de inteligencia europeos ya han alertado sobre la presencia activa de Al-Qaeda e ISIS en estos campamentos. Ex combatientes del Polisario, como Adnan Abu al-Walid al-Sahrawi, llegaron a liderar filiales de ISIS en el Sahel antes de ser abatidos por fuerzas francesas.
Implicaciones geopolíticas
A medida que más países reconocen la soberanía marroquí sobre el Sáhara —entre ellos Estados Unidos, Francia, Reino Unido—, la narrativa de autodeterminación impulsada por el Polisario pierde legitimidad. La ruptura unilateral del alto el fuego por parte del Polisario en 2020 y sus ataques contra civiles marroquíes desde 2021 han confirmado su deriva violenta.
Apoyar hoy al Polisario, señalan los analistas, no es neutralidad: es alinear políticas con actores que amenazan la estabilidad de toda la región del Magreb y el Sahel.