
Museo Nacional de Río reabre siete años después de quemarse
El incendio se produjo en septiembre de 2018 debido al mal estado de conservación del museo y arrasó con prácticamente toda su colección: 20 millones de objetos, entre los que había desde valiosas momias egipcias hasta fósiles, indumentaria indígena o esqueletos de dinosaurios.
El Museo Nacional de Río de Janeiro, que se quemó casi por completo en septiembre de 2018, reabre sus puertas esta semana parcialmente, a medida que avanzan los trabajos de restauración.
«Este momento tiene un simbolismo muy fuerte, porque este museo es patrimonio del pueblo brasileño», afirmó el ministro de Educación, Camilo Santana, quien vistió las obras el lunes, incluidas las tres primeras salas a las que podrán acceder los visitantes a partir del 2 de julio.
De momento, se podrán visitar dos salas en la entrada y la zona de la escalinata monumental, que ahora preside el esqueleto de un cachalote de 15,7 metros, colgando desde una enorme claraboya.
Las zonas habilitadas para esta primera visita forman parte de una exposición temporal gratuita que cuenta como reclamo principal con el meteorito Bendegó, que sobrevivió a las llamas y forma parte de la colección del museo desde que fue inaugurado en 1892.
También se pueden observar dos estatuas originales de mármol de Carrara de los dioses Orfeo y Cibeles, que estaban adornado la fachada del museo (ahora sustituidas por copias), así como otros elementos decorativos y arquitectónicos restaurados.
Las salas mantienen algunas paredes con la apariencia intacta que quedó tras el incendio: carbonizadas y con múltiples desperfectos, para que se pueda apreciar el antes y el después de los trabajos de restauración.
Las obras para recuperar el museo tienen un costo total de 95 millones de dólares, de los cuales aún falta captar el 33 por ciento.
Los responsables del museo, financiado en su mayor parte con fondos públicos, creen que la instalación podrá reabrir completamente entre 2027 y 2028, aunque la idea es ir habilitando espacios a medida que se vayan terminando.
El incendio se produjo en septiembre de 2018 debido al mal estado de conservación del museo y arrasó con prácticamente toda su colección: 20 millones de objetos, entre los que había desde valiosas momias egipcias hasta fósiles, indumentaria indígena o esqueletos de dinosaurios.
En paralelo a las obras de restauración el museo inició una campaña para recibir donaciones de coleccionistas, museos e instituciones que de momento ha conseguido reunir 14.000 piezas para recomponer la colección