
“Para que nunca más también en Brasil”: libro rescata memorias del exilio infantil brasileño en Chile
Publicación reúne los testimonios de 46 hijos de opositores a la dictadura brasileña, muchos de ellos acogidos en Chile durante los gobiernos de Frei y Allende. La obra busca visibilizar el impacto de la represión sobre la infancia.
“Compañero, compañera. Te estoy leyendo y no puedo menos que pedirte perdón”. Así comienza el emotivo mensaje del periodista Tebni Pino Saavedra, dirigido a los protagonistas de una historia de dolor y resistencia: los niños brasileños que, entre las décadas de 1960 y 1970, debieron abandonar su país junto a sus familias por la brutal persecución de la dictadura militar instaurada tras el golpe de 1964.
Ese testimonio de disculpas —escrito tras revisar el libro Niños y exilio. Memorias de infancia marcadas por la dictadura militar— resume el espíritu de una obra que busca, a través de la palabra, sanar heridas largamente silenciadas.
El volumen, publicado por Carta Editora y organizado por las académicas brasileñas Helena Dória Lucas de Oliveira y Nadejda Marques, recoge 46 relatos personales de hombres y mujeres que vivieron su infancia en el exilio, en países como Chile, Cuba, México, Francia o Suecia.
La mayoría de ellos eran hijos de militantes, intelectuales y opositores al régimen de facto del general Emilio Garrastazu Médici, quien encabezó el período más represivo de la dictadura brasileña. Algunos llegaron a Chile en 1968, bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Pero fue con Salvador Allende, entre 1970 y 1973, cuando el país se convirtió en un verdadero refugio para unos 3.500 brasileños perseguidos por su compromiso político.
Infancias fracturadas
El periodista chileno-brasileño Pablo Pires Fernandes —autor del artículo que acompaña esta nota— subraya que los testimonios compilados en el libro revelan una dimensión poco abordada en la historiografía de las dictaduras del Cono Sur: la infancia.
Los niños y niñas retratados vivieron el desarraigo, la clandestinidad, la distancia forzada de sus padres, las amenazas, la tortura presenciada y, sobre todo, la fragmentación identitaria que significa crecer sin patria ni raíces. “Son relatos de personas que tuvieron sus vidas ceñidas por la política dictatorial del Estado brasileño”, señala Pires Fernandes.
El Acto Institucional N°5 (AI-5), de diciembre de 1968 —una figura similar a un decreto ley chileno— marcó el inicio de la represión más feroz. Mujeres embarazadas fueron torturadas, sus hijos usados como herramientas de chantaje. A muchos de esos niños el Estado brasileño ni siquiera les reconoció la nacionalidad, negándoles pasaportes o certificados de nacimiento.
La caravana “Viva Chile”
El libro nació a partir de un reencuentro. En 2023, con motivo de los 50 años del golpe militar en Chile, un grupo de brasileños exiliados en los años setenta creó un grupo de WhatsApp llamado “Viva Chile” para organizar una caravana conmemorativa. Más de 100 personas viajaron a Santiago, reviviendo afectos y reconstruyendo redes de memoria.
Allí surgió un segundo grupo, “Niños del exilio”, donde decenas de hijos del exilio comenzaron a compartir sus vivencias. Fotos, sabores, recuerdos y, finalmente, textos. La iniciativa tomó cuerpo como libro colectivo y se convirtió en un espacio de liberación emocional. “La escritura fue un esfuerzo, pero compartir historias análogas creó un sentimiento de pertenencia”, escribe Pires Fernandes.
La música, la comida, las frutas chilenas, las reuniones de exiliados, el aprendizaje forzado de nuevas lenguas, el abandono de otras… todo ello conforma un mosaico de vidas suspendidas entre países, entre pasados, entre heridas.
Chile como refugio, Chile como promesa rota
En su emotiva carta al grupo, Tebni Pino reflexiona sobre la responsabilidad histórica de quienes en Chile no lograron sostener el proyecto democrático que prometía acoger a los perseguidos:
“No cumplimos con el sueño de ustedes de vivir en un país democrático. En los mil días del gobierno de Allende gastamos más tiempo peleando entre nosotros que fortaleciendo las bases que nos hubieran permitido cambiar el sistema de privilegios”.
La carta continúa recordando cómo muchos eligieron Chile como destino del exilio por la esperanza que inspiraba el gobierno de la Unidad Popular. Esa promesa se truncó el 11 de septiembre de 1973, cuando el bombardeo a La Moneda dio paso a la dictadura de Pinochet.
Memoria viva
Hoy, más de 50 años después, los ex “niños del exilio” ya son adultos mayores. Pero los recuerdos —a menudo dolorosos— permanecen. Varios de ellos ni siquiera han podido leer el libro completo. Sin embargo, la obra representa una redención colectiva, una manera de reconciliarse con un pasado que por décadas se mantuvo en silencio.
Niños y exilio no es sólo una recopilación de memorias; es un acto de justicia histórica, un grito por la memoria y contra el olvido. Una forma de decir, con voz firme: para que nunca más también en Brasil.
📚 El libro está disponible en Brasil a través de Carta Editora.
✍️ Agradecemos a Pablo Pires Fernandes por la autorización para reproducir su artículo.