Participación en primaria oficialista de hoy supera a las de derecha en 2021 y 2013

Mientras algunos líderes de la derecha han cuestionado la baja participación en la primaria presidencial oficialista, los datos revelan que la votación de este domingo superó a la de sus propias coaliciones en años anteriores.

A pesar de las críticas desde sectores de la derecha sobre la “escasa participación” en las primarias presidenciales del oficialismo, los datos del Servicio Electoral muestran que 1.372.361 personas votaron por uno de los cuatro candidatos en competencia, sin contar los votos nulos ni en blanco. Esta cifra supera los votos obtenidos por todos los aspirantes del sector conservador en las primarias de 2021 y también en la de 2013.

En esa elección, Joaquín Lavín, Mario Desbordes, Ignacio Briones y Sebastián Sichel —este último ganador de la contienda— sumaron 1.340.472 sufragios válidos, 32 mil menos que los alcanzados hoy por Jeannette Jara (PC), Carolina Tohá (PPD), Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRVS).

Incluso si se miran otros hitos anteriores del sector, como la primaria de 2013, cuando Andrés Allamand se enfrentó a Pablo Longueira, los números de la derecha fueron notablemente inferiores: 808.002 votantes válidos en total. Solo en 2017, cuando Sebastián Piñera, Manuel José Ossandón y Felipe Kast concurrieron a las urnas, se registró una votación levemente superior a la conseguida hoy, con 1.419.705 votos válidos.

¿Crítica justificada?

Diversas voces del oficialismo y analistas han cuestionado la narrativa instalada desde sectores opositores, que han apuntado a una supuesta “falta de entusiasmo ciudadano” como señal de debilidad del gobierno o de la candidatura de Jeannette Jara.

Sin embargo, los datos históricos relativizan esa crítica, ya que la participación de este domingo no solo fue comparable a las mejores primarias de la derecha, sino que además se produjo en un contexto de competencia interna sin rival externo y con voto voluntario.

Además, a diferencia de años anteriores, la derecha decidió no participar del proceso legal de primarias presidenciales, lo que impidió una medición paralela de fuerzas y acentuó el peso político del bloque oficialista como único protagonista del día.

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