Policía de Hungría prohíbe desfile del Orgullo

El texto publicado este jueves afirma que debido a su carácter de evento público existen posibilidades de que "una persona menor de 18 años" pueda estar expuesta a "una conducta prohibida a nivel legal" durante el recorrido de la marcha.

La Policía de Hungría ha prohibido este jueves el desfile del Orgullo, que se celebrará el próximo 28 de junio, después de que el alcalde de Budapest, Gergely Karacsony, anunciara esta semana que la celebración se mantiene pese a la ley anti LGTBI promovida por el Gobierno del presidente Viktor Orbán.

El jefe de la Policía de Budapest, Tamas Terdik, ha explicado en un informe que actúan «en el marco de sus competencia como autoridad para regular reuniones públicas» después de que Karacsony intentara eludir la legislación que prohíbe cualquier tipo de exhibición pública que pueda ir en contra de los valores y comportamientos que, según el oficialismo, deben exponerse ante los menores de edad.

El texto publicado este jueves afirma que debido a su carácter de evento público existen posibilidades de que «una persona menor de 18 años» pueda estar expuesta a «una conducta prohibida a nivel legal» durante el recorrido de la marcha.

En respuesta, Karacsony ha argumentado en redes sociales que el desfile es un evento municipal organizado por el Ayuntamiento en colaboración con la Fundación Misión Arcoíris, por lo que ha afirmado que seguirán adelante con la celebración.

El alcalde, que alegó anteriormente que en el desfile de Budapest no habría camiones ni bailarines, así como tampoco «ninguna muestra de sexualidad», aseguró que mantendría el evento pese a la ley impulsada por el Gobierno. «La libertad y el amor no se pueden prohibir», señaló en un mensaje publicado en Facebook.

Karacsony ya defendió el pasado fin de semana durante un discurso por el desfile LGTBI en Viena que «si se puede vetar el Orgullo en un estado miembro de la Unión Europea» entonces «ningún ciudadano europeo estará a salvo», recogieron varios medios húngaros.

Una veintena de Estados miembro de la UE secundaron el mes pasado una carta pública en la que pedían a Orbán derogar la ley aprobada en marzo en el Parlamento y que limita este tipo de eventos y planteaban incluso algún tipo de acción por parte de la Comisión Europea. El Gobierno de Hungría, por su parte, alega que sólo busca proteger la familia con este tipo de legislaciones.

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