A 40 años de Volver al Futuro: el viaje que cambió para siempre la ciencia ficción

Cuarenta años después, la historia de Marty McFly y el excéntrico Dr. Emmett Brown sigue fascinando a generaciones enteras, cruzando décadas como si fuera, justamente, a bordo de un DeLorean.

Cuando el 3 de julio de 1985  se estrenó Back to the Future, ni su director Robert Zemeckis ni su productor Steven Spielberg imaginaron que estaban inaugurando uno de los íconos culturales más influyentes del cine moderno.

Cuarenta años después, la historia de Marty McFly y el excéntrico Dr. Emmett Brown sigue fascinando a generaciones enteras, cruzando décadas como si fuera, justamente, a bordo de un DeLorean.

Un éxito instantáneo

La película, protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd, no solo lideró la taquilla de ese año, sino que consolidó una nueva forma de entender los viajes en el tiempo en el cine: con humor, emoción, música pop, paradojas temporales y una entrañable historia familiar de fondo. Fox, que grababa la serie Family Ties de día y rodaba Volver al Futuro de noche, encarnó al adolescente perfecto para una historia imperfecta: Marty, que accidentalmente viaja de 1985 a 1955 y debe asegurarse de que sus padres se enamoren… o desaparecerá para siempre.

El DeLorean DMC-12, con sus puertas de ala de gaviota y su chasis de acero inoxidable, no era precisamente un éxito comercial en la industria automotriz, pero Volver al Futuro lo convirtió en uno de los autos más famosos del cine. Gracias al “condensador de flujo” (flux capacitor) inventado por Doc Brown, ese vehículo deportivo se transformó en una leyenda que hoy todavía se exhibe en museos, convenciones y reuniones de fanáticos.

La película ganó el Oscar a mejor edición de sonido y estuvo nominada a otros tres premios de la Academia. Pero su verdadero éxito fue su impacto cultural: frases como “¡Great Scott!”, “¿Dónde estamos? ¿Cuándo estamos?” o “¡Necesitamos 1.21 gigawatts!” se convirtieron en parte del lenguaje popular. La banda sonora, con temas como “The Power of Love” de Huey Lewis and the News y el uso icónico de “Johnny B. Goode”, reavivó el interés por la música de los años 50 y 80 a la vez.

La secuela, estrenada en 1989, llevó a los espectadores al futuro del 2015 (donde existían autos voladores, zapatillas autoajustables y hoverboards), y en 1990, la tercera parte cerró la trilogía en el viejo Oeste. Juntas, las tres películas crearon una mitología única que ha resistido el paso del tiempo sin necesidad de remakes ni reboots.

A lo largo de los años, Back to the Future ha inspirado desde videojuegos y cómics hasta musicales de Broadway y homenajes en Los Simpson, Rick & Morty y Stranger Things. Su influencia se extiende a la tecnología (¿quién no ha soñado con un skate volador?) y a la ciencia (el propio Stephen Hawking era fanático de la saga).

¿Por qué sigue vigente?

A 40 años de su estreno, Volver al Futuro no ha envejecido. Sus efectos prácticos, su guion perfecto, sus personajes entrañables y su mezcla equilibrada de emoción, comedia y ciencia ficción hacen que siga siendo un referente. La nostalgia juega un rol clave, pero también lo hace la pregunta fundamental que plantea la película: si pudieras volver al pasado, ¿qué cambiarías?

El productor Bob Gale ha dicho muchas veces que Volver al Futuro no se hará de nuevo mientras él tenga algo que decir. Y quizás ese sea el mejor homenaje: permitir que el tiempo siga corriendo, sin intentar replicar la magia de una saga que, como el DeLorean, ya alcanzó los 88 millas por hora… y más allá.

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