
Acción contra el Hambre: Datos sobre inseguridad alimentaria en Gaza confirman el «peor» escenario
"El hambre extremo no es solo una estadística. Es el resultado de un proceso lento y doloroso que encoge los órganos, colapsa el sistema inmunitario y deteriora las capacidades cognitivas. Cada día que pasa sin acceso pleno y seguro a alimentos, estamos condenando a miles de personas a un sufrimiento evitable", ha denunciado la ONG.
La ONG Acción contra el Hambre ha afirmado este martes que los datos recabados en la Franja de Gaza por la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), que establece una escala de gravedad en base a la seguridad alimentaria, confirman «el peor de los escenarios» en el enclave palestino, donde las familias «se encuentran en el precipicio de la hambruna o incluso algunas ya la están experimentando».
Los datos publicados «tras casi dos años de violencia y desplazamientos» indican que se han alcanzado los umbrales de hambruna en la mayor parte de la Franja. Entre abril y julio más de 20.000 niños han sufrido malnutrición aguda, de los cuales 3.000 presentan cuadros graves, y se ha registrado un aumento de muertes infantiles relacionadas con el hambre. Desde el 17 de julio, 16 menores de cinco años han muerto por causas vinculadas al hambre.
«El hambre extremo no es solo una estadística. Es el resultado de un proceso lento y doloroso que encoge los órganos, colapsa el sistema inmunitario y deteriora las capacidades cognitivas. Cada día que pasa sin acceso pleno y seguro a alimentos, estamos condenando a miles de personas a un sufrimiento evitable», ha denunciado la responsable de operaciones de la ONG para Oriente Próximo, Natalia Anguera.
En este sentido, ha sostenido que «ningún nuevo modelo de entrega de ayuda funcionará –ni un muelle, ni un lanzamiento aéreo, ni un centro aislado– a menos que el asedio se levante completa y permanentemente». «El acceso humanitario es el problema, no la logística», ha resumido, antes de agregar que «la ayuda que llega es insuficiente y, en muchos casos, inadecuada» porque la mayoría de los alimentos requieren agua y combustible para que sean cocinados.
La ONG ha explicado que «las estrategias de supervivencia que afrontan las familias –que incluyen el ayuno, diluir comidas, racionar el pan para niños, pedir prestado, mendigar o incluso hurgar en la basura– ya no son utilizadas para ‘estirar’ los alimentos, sino simplemente para aumentar las posibilidades de las familias de sobrevivir».
En este contexto, Acción contra el Hambre ha afirmado que el número actual de niños desnutridos que atiende es el más alto desde que comenzó la guerra: casi 400 niños menores de cinco años están recibiendo tratamiento por desnutrición en sus clínicas, en contraste con menos de 50 durante los meses del alto el fuego y el periodo inmediatamente posterior, lo que representa un aumento del 700 por ciento desde la reanudación de la ofensiva.
«Un goteo de ayuda no es suficiente para sostener a una población de dos millones de personas que llevan casi dos años al borde del precipicio de la hambruna. Necesitamos que se eliminen todas las barreras administrativas para la importación de mercancías, que todas las fronteras estén abiertas y operativas, y que se permita el acceso a todas las zonas de la Franja de Gaza», ha agregado Anguera.