
Alejandro Zambra y sus «Garabatos»: un diálogo transoceánico desde México con lectores de La Serena
El encuentro se realizó el pasado 9 de julio y fue moderado por el profesor de filosofía Nelson Santibáñez, uno de los fundadores del Club de los Miércoles.
(Por Gabriel Canihuante) Desde Ciudad de México hasta La Serena, y a pesar de algunas intermitencias en la conexión, el escritor chileno Alejandro Zambra sostuvo un diálogo fluido, intenso y lleno de complicidad con los miembros del Club de los Miércoles, un grupo ciudadano de lectura que se reunió para conversar sobre Garabatos, su más reciente antología.
Radicado desde hace ocho años en México, casado con una mexicana y padre de un hijo chileno-mexicano de siete años, Zambra confesó que esta era la primera vez que hablaba públicamente sobre Garabatos, un libro que reúne textos de sus obras Mis documentos, Facsímil y Literatura infantil. A pesar de las limitaciones del formato virtual, la conversación pronto encontró un ritmo cálido y cercano, que conectó al autor con los lectores serenenses.
El encuentro se realizó el pasado 9 de julio y fue moderado por el profesor de filosofía Nelson Santibáñez, uno de los fundadores del Club de los Miércoles, que desde hace años se reúne quincenalmente para compartir y discutir lecturas. No era la primera vez que el grupo abordaba la obra de Zambra: anteriormente ya habían leído y comentado Formas de volver a casa.
Durante la conversación, Zambra respondió con generosidad a las preguntas del público, que se interesó en los relatos seleccionados y en el proceso creativo detrás del libro. Garabatos fue publicado en marzo de este año por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio como parte del Plan Nacional de la Lectura, tras la obtención del Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas en 2023. La obra no está a la venta y estará disponible próximamente en el catálogo de las bibliotecas públicas y en la Biblioteca Pública Digital.
Los comentarios de los asistentes, compartidos a través del grupo de WhatsApp del club, reflejaron el entusiasmo que generó el encuentro:
- “Quedé muy impactada por la sencillez en la expresión de temas profundos y personales”.
- “Evocar más que definir… hay coincidencia entre la escritura y la persona”.
- “Un gran momento. Muchas gracias”.
- “Me encantó el diálogo. Profundo, sincero, necesario”.
- “Proyectaba una conexión genuina con Chile. Fue un goce lector”.
Leer a Zambra es, para muchos, un placer. En lo personal, no he leído toda su obra, pero lo que conozco —Bonsái, Formas de volver a casa, Literatura infantil y ahora Garabatos— es siempre recomendable.
Conversar con él fue un agrado, y conocerlo, aunque brevemente, un verdadero regalo. Su presencia en México evoca a otros chilenos que también han dejado huella en ese país: Mon Laferte, Los Tres, Matías Fernández, Humberto “Chupete” Suazo y, por supuesto, Gabriela Mistral. Chile, sin duda, está bien representado en tierras aztecas.
En su discurso de aceptación del Premio Manuel Rojas —incluido en el libro bajo el título Signos de admiración— Zambra afirma: “Después de leer a Manuel Rojas dan ganas de escribir”. Y agrega: “Leyendo sus reflexiones literarias sobreviene la impresión de que escribir es, al mismo tiempo, el mejor trabajo del mundo y un trabajo como cualquier otro”.
Uno de los lectores comentó que Zambra comenzó hablando con acento mexicano, pero terminó con entonación chilena. Tal vez, en ese intercambio virtual, logramos traerlo simbólicamente de regreso, aunque fuera por un rato. Como diría un brasileño, ayudamos a Alejandro a “matar saudades”.
María Cecilia Cortés, encargada del Plan Regional de la Lectura en Coquimbo y presente en la actividad, resumió el espíritu del encuentro:
“Para nosotros, como Plan Nacional de la Lectura, es fundamental acercar los libros a la vida cotidiana. Este fue un encuentro profundamente emotivo y cálido, que nos permitió disfrutar de un verdadero goce lector con quienes leyeron el libro… y con su propio autor. Una experiencia que realmente vale la pena”.