Arte con historia y conciencia: visita al taller de Gilberto Carcará en Porto de Galinhas

El artista creó esculturas que, aunque nacen de un pasado trágico, están pensadas para irradiar alegría.

En el corazón de Porto de Galinhas, uno de los destinos turísticos más emblemáticos del noreste brasileño, se encuentra el taller de Gilberto Carcará, artista plástico que ha convertido su obra en un símbolo de identidad local, historia y sostenibilidad.

Carcará, cuyo verdadero nombre es Gilberto Rodrigues do Nascimento, llegó a la región hace 27 años, invitado por tres empresarios hoteleros que buscaban fortalecer la identidad cultural del balneario. Ya era entonces un escultor y pintor reconocido, con formación en São Paulo y una trayectoria que se había iniciado en Olinda, cuna de la cultura pernambucana. En Porto de Galinhas encontró un nuevo lenguaje artístico, utilizando raíces y troncos de palmeras caídas, así como restos de cocos, para dar forma a figuras humanas y a sus famosas gallinas, que hoy decoran hoteles, tiendas y espacios públicos de la ciudad.

La figura de la gallina no es casual. Según la historia local, en el siglo XIX este puerto —entonces llamado Porto Rico— era un punto de desembarco clandestino de esclavos africanos. Para evitar ser descubiertos, los traficantes ocultaban a los esclavos en los porones de los barcos, cubriéndolos con jaulas de gallinas de Angola. La frase “¡hay gallinas nuevas en el puerto!” se convirtió en un código para avisar la llegada de nuevos esclavizados. De allí nace el nombre actual: Porto de Galinhas.

Inspirado en esa historia, Carcará creó esculturas que, aunque nacen de un pasado trágico, están pensadas para irradiar alegría. Con colores vivos y formas lúdicas, sus gallinas —la turista, la ama de casa, la surfista, incluso versiones inspiradas en íconos como Amy Winehouse o Elvis Presley— han conquistado a turistas de todo el mundo.

“Quise que las figuras pudieran contar esta historia dura, pero de una manera que dialogara con quienes nos visitan, que sensibilizara sin dejar de ser bella”, cuenta el artista, que se define como sustentable y comprometido con el medioambiente.

Su obra, que hoy se esparce por todo el planeta, le ha valido no solo reconocimiento artístico, sino también institucional.

La Asamblea Legislativa de Pernambuco le concedió el título honorífico de Ciudadano Pernambucano, destacando su contribución a la cultura local y su papel como creador del símbolo más famoso de Porto de Galinhas.

El taller de Gilberto Carcará, abierto al público, es una parada imperdible para quienes visitan esta región. Más que un espacio de creación, es un puente entre arte, historia y naturaleza. Allí, cada gallina tiene una historia, cada escultura una raíz. Y en cada rincón, el espíritu de Pernambuco cobra vida en colores, formas y memorias compartidas.

Dónde:
Taller de Gilberto Carcará
Porto de Galinhas, Ipojuca, Estado de Pernambuco, Brasil.
Abierto todos los días para visitas entre 10 y 16.

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