Compañera Ana González: Autobiografía inédita del símbolo de la defensa de los DD.HH. durante dictadura

Durante décadas, la imagen de Ana González de Recabarren ha sido inseparable de las luchas por verdad y justicia en Chile. Fundadora de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, su figura se convirtió en símbolo de dignidad y resistencia frente al horror de la dictadura cívico militar.

Durante décadas, la imagen de Ana González de Recabarren ha sido inseparable de las luchas por verdad y justicia en Chile. Fundadora de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, su figura se convirtió en símbolo de dignidad y resistencia frente al horror de la dictadura cívico militar.

Compañera Ana González es su autobiografía, donde la historia política se entrelaza con la memoria íntima. En este libro, desconocido hasta hoy y que se publica cuando se recuerdan los cien años de su natalicio el 26 de julio de 1925, Ana da vida a los suyos, no como mártires anónimos, sino como personas de carne y hueso: trabajadores, soñadores, militantes. Y en ese gesto, rescata también su propia voz, marcada por el dolor, pero también por el amor, el humor, la esperanza y la rabia transformadora.

Pero detrás de la voz firme que interpeló a gobiernos y tribunales, estaba también la madre, la esposa, la mujer profundamente herida que lo perdió todo: su compañero Manuel, sus hijos Luis Emilio y Mañungo, su nuera Nalvia, y la criatura que ella esperaba.

«Me encanta escribir sobre Manuel y mi familia. El encanto radica en sacarlos de las pancartas y darles vida. Ellos no fueron siempre una fotografía como usted los identifica. En este testimonio de vida quiero que usted los conozca tal como eran: seres sencillos y simples, solo seres humanos, nada más«.

Este libro es un legado, un relato necesario para entender no solo lo que ocurrió en Chile, sino también cómo una mujer sencilla se convirtió en referente de verdad y justicia de todo un país.

Cierro el baúl de mis recuerdos. Seguiré viviendo, soñando, esperando el día inexorable del despertar del pueblo, el día en que todos unidos hagamos florecer la primavera de la patria. Solo entonces marcharemos por las anchas alamedas, pletóricos de vida, unidos, alegres, bailando, cantando. ¡Y sentiremos que, porfiadamente, se hizo justicia!”, firma Ana González de Recabarren, Una simple mujer cautiva del amor por su pueblo.

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