
Concejo de Las Condes frena apertura inminente del nuevo estadio de la UC
A menos de un mes del debut en el rebautizado Claro Arena, el Concejo Municipal suspendió la aprobación final del aforo por incumplimientos en el plan de mitigación vial y la falta de demarcación de más de mil estacionamientos requeridos.
La renovación del Estadio San Carlos de Apoquindo —ahora llamado Claro Arena— enfrenta un inesperado escollo: el Concejo Municipal de Las Condes cuestionó aspectos cruciales del proyecto durante un encuentro realizado el martes por la tarde.
Pese a que la cancha está en su etapa final y las luminarias ya operan, según declaró el presidente de Cruzados, Juan Tagle, “apostamos a jugar nuestro primer partido el 27 de julio” frente a Coquimbo Unido, según informó hoy La Tercera.
No obstante, la Dirección de Obras Municipales (DOM) detectó serias inconsistencias durante una inspección realizada el 30 de junio, principalmente un déficit en la disponibilidad real de estacionamientos. De los 2.800 espacios comprometidos inicialmente, solo 1.000 están claramente delimitados en el recinto. Los restantes están en arriendo a la Universidad del Desarrollo y no cumplen con las exigencias municipales.
La alcaldesa (s) y administradora municipal, Najel Klein, calificó como “sumamente grave” la situación y detalló que Cruzados cuenta ahora con 60 días para subsanar estas observaciones.
En cifras, el estadio proyecta un aforo para 20.000 personas, pero mientras no se ajusten los estacionamientos y el Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU), no podrá recibir la recepción municipal ni operar oficialmente. Esto pone en riesgo el esperado estreno y hasta cinco eventos musicales ya programados, según adelantaron concejales.
Desde Cruzados explicaron que resta aún el permiso de la Delegación Presidencial por seguridad y la recepción municipal. Tagle admitió que faltan garantías financieras para asegurar las obras de mitigación: “Falta el sello final”.
El concejal Richard Kouyoumdjian (RN) pidió claridad al municipio: “No pedimos nada fuera de la ley… hay que cumplir con lo que corresponde”. En tanto, Catalina Ugarte (Republicanos) planteó una medida intermedia: abrir con aforo limitado, al menos al nivel de los encuentros previos a la remodelación, que eran alrededor de 6.000 asistentes.
Otro interrogante planteado fue la opción de inaugurar con público reducido, mientras se resuelven los requisitos completos .
El desenlace está pendiente: si Cruzados no cumple los requerimientos, el estreno del Claro Arena podría aplazarse, marcando un duro revés para el club y los próximos eventos agendados.