Elecciones 2025: La Cosa Nostra revela las claves del voto voluble que decidirá el próximo gobierno

Un informe del centro de estudios dirigido por Alberto Mayol identifica seis grandes bloques ideológicos y una disputa feroz por los votantes desconectados de las élites. Jeannette Jara, Kast y Matthei se disputan el corazón del electorado.

¿Quién ganará las presidenciales de noviembre? La pregunta recorre partidos, comandos y redes sociales. Pero para el centro de estudios La Cosa Nostra, que dirige el sociólogo Alberto Mayol, la clave no está en la izquierda ni en la derecha tradicionales, sino en los “disruptivos”: un electorado voluble, crítico, emocional y profundamente escéptico de las élites.

En su reciente informe “Territorio en disputa de la elección presidencial de noviembre 2025”, basado en 13 encuestas mensuales y más de 100 entrevistas en terreno, LCN plantea un nuevo mapa político chileno: no hay tres tercios, hay seis sextos.

Del viejo tripartidismo a un país fragmentado

Según el estudio, el histórico eje izquierda-centro-derecha ha sido superado por una división más compleja: cada una de esas posturas tiene ahora una versión institucional y otra disruptiva.

“El 69% del electorado pertenece a grupos disruptivos. Es decir, personas que comparten valores ideológicos tradicionales, pero rechazan a las élites y desconfían de las instituciones”, señala el informe.

Este fenómeno, originado en la crisis de legitimidad de 2011, ha dejado a los partidos tradicionales debilitados, con votantes que exigen orden, justicia, eficiencia y relato emocional.

El votante clave: concertacionista disruptivo

El segmento más disputado es el de los llamados “concertacionistas disruptivos”, quienes llegaron a representar un 32% del electorado. Son parte de las clases medias emergentes, trabajadoras y populares; valoran el mérito, critican el abuso, piden movilidad social, pero desconfían del Estado y de la política.

Han votado por Kast, por Matthei, y ahora podrían inclinarse por Jeannette Jara, tras su sorpresivo triunfo en las primarias del oficialismo.

“Este votante es funcional, no ideológico. Se activa con narrativas coherentes, simples, moralizadas y emocionalmente potentes”, dice el documento.

Comunas en disputa

Las zonas donde estos electores son mayoría incluyen Puente Alto, Maipú, La Florida, San Bernardo, Quilpué, Rancagua, Talca, Chillán e Iquique. Allí conviven tres perfiles de votantes volátiles:

  1. Transformadores colapsistas: quieren refundar el sistema. Dominados por la rabia ética.
  2. Institucionalistas defraudados: frustrados, pero aún esperan resultados del Estado.
  3. Restauradores del orden: temen al caos, añoran estabilidad y control.

¿Cómo están los candidatos?

  • Jeannette Jara: creció del 22% al 60% en intención de voto, fortaleciendo su base en la izquierda disruptiva y entrando al centro. Representa una disrupción estable.

  • José Antonio Kast: mantiene apoyo entre la derecha dura, pero ahora también conquista votantes institucionales de centro.

  • Evelyn Matthei: perdió apoyo transversal. Abandonó el centro y se radicalizó hacia la derecha disruptiva.

  • Franco Parisi: sigue competitivo con el discurso meritocrático contra las élites.

  • Axel Kaiser: limitado por su narrativa colapsista, con baja capacidad de adaptación.

Una elección emocional

El informe de LCN concluye que la elección presidencial no será ideológica, sino emocional y narrativa. En un país donde los partidos están debilitados y los electores se sienten traicionados, quien logre articular un relato de orden, justicia y eficacia tendrá la ventaja.

“El próximo presidente o presidenta será quien mejor interprete emocionalmente a los votantes que hoy no creen en nadie, pero esperan que alguien los entienda”.

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