Embajador francés elogia Chile y lamenta que muchos chilenos no parezcan darse cuenta de lo afortunados que son

Cyrille Rogeau, expresó su admiración por el país tras completar su primer año de misión diplomática.

En una columna publicada en el diario El Mercurio, el embajador de Francia en Chile, Cyrille Rogeau, expresó su admiración por el país tras completar su primer año de misión diplomática. Bajo el título “Feliz como un francés en Chile”, el diplomático compartió una serie de reflexiones positivas sobre el territorio nacional, su gente, cultura, paisaje y resiliencia.

Inspirado por un viejo dicho alemán —»Feliz como Dios en Francia»—, Rogeau propuso uno nuevo: “Feliz como un francés en Chile”, reconociendo que, si bien su visión podría sorprender a quienes están acostumbrados a un discurso pesimista sobre la realidad chilena, su experiencia ha sido notablemente positiva.

En su texto, el embajador destaca diversas virtudes del país: su ubicación aislada como ventaja en tiempos de conflicto global, el desarrollo económico sostenido desde los años 90, y la notable resiliencia del pueblo chileno. También resalta el espíritu festivo de la nación y el compromiso de muchos emprendedores locales que optan por invertir y permanecer en el país.

«Chile, que probablemente fue uno de los países más pobres de la región en los años 50, es ahora uno de los más ricos», escribió Rogeau, subrayando el crecimiento sólido del país y su estabilidad.

Asimismo, elogió la belleza natural de Chile, calificándolo como “hermoso y variado”, con paisajes que van desde Torres del Paine hasta Arica, pasando por lagos, montañas, valles y ciudades que combinan tradición y modernidad. En particular, se mostró impresionado por la acústica y arquitectura de la Gran Sala Sinfónica Nacional.

No obstante, lamentó que muchos chilenos no parezcan darse cuenta de lo afortunados que son y que mantengan una actitud pesimista. “¿Por qué no conciliar más el pesimismo de la inteligencia con el optimismo de la voluntad?”, se preguntó, instando a los chilenos a valorar más su país.

La columna, firmada por el propio Cyrille Rogeau, es un llamado a mirar Chile con otros ojos y a reconocer lo positivo en medio de los desafíos. “Estoy muy feliz de vivir en un país tan hermoso”, concluyó el embajador.

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