
El exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya, declaró ante la policía sobre el secuestro extorsivo que sufrió entre el 26 y el 29 de junio. Según su testimonio, fue retenido durante tres días por una banda que le exigía $50 millones por su liberación, bajo amenazas y torturas.
En la declaración a la que accedió Mega, Montoya explicó que el contacto inicial ocurrió a través de la app de citas privadas: Glambu, donde coordinó un encuentro con una mujer llamada “Alejandra”. Al acudir al lugar acordado en Santiago el pasado 26 de junio, fue interceptado por una pareja que ingresó a su vehículo, lo amenazó con un arma y lo obligó a conducir hasta ser trasladado a otro automóvil.
Durante su cautiverio fue llevado a una vivienda donde fue golpeado, quemado con cigarrillos y asfixiado con una bufanda. Relató que sus captores le robaron $200.000 en efectivo, además de 400 dólares. Posteriormente, una mujer enviada por ellos, identificada como “Carla”, acudió a su departamento en Ñuñoa a retirar más fondos (unos US$4.600).
Los secuestradores le exigieron llamar a familiares y amigos, obligándolo a decir que estaba implicado en una red de pedofilia, con el objetivo de chantajearlos emocionalmente. Además, solicitaron $50 millones por su liberación. Montoya negó rotundamente esta acusación, que calificó como una invención para extorsionar a sus contactos.
Montoya relata que ante la falta del dinero para su liberación, comenzaron a agredirlo de forma más fuerte. “Se molestaron y comenzaron a golpearme con mayor agresividad, quemándome con cigarrillos, golpes en mi cabeza con una pistola y también me asfixiaron con una bufanda”.
Fue tras esto que comunicó con su hermana, donde le explicó que estaba secuestrado en un lugar desconocido y que se encontraba con personas que tenían videos suyos de connotación sexual con menores de edad. “Me obligaron a decirle que me tenía el papá de una de las menores de las que supuestamente había abusado”, expuso.
Según su declaración, al menos ocho personas participaron en el secuestro, todas de nacionalidad venezolana, incluyendo individuos que dieron órdenes a través de videollamadas —uno de ellos desde Miami, según le dijeron.
Montoya fue finalmente abandonado en un sitio eriazo en Padre Hurtado, donde fue hallado por Carabineros.