
Jadue: “Cuando el Estado de derecho no sirve, el pueblo tiene derecho a pasar por sobre él”
El exalcalde criticó a la Constitución por “no garantizar los derechos esenciales del pueblo”. Además, apuntó contra Contraloría por ratificar el no pago a los profesores que participen en paros.
El exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, volvió a realizar declaraciones controvertidas en su programa Sin Maquillaje, donde cuestionó abiertamente al Estado de derecho chileno, la Contraloría General de la República y el sistema penal nacional.
Las críticas surgieron tras conocerse que la Contraloría ratificó descuentos para profesores que participen en paros. Frente a esto, Jadue argumentó que en una democracia “real”, el poder no lo tienen las instituciones, sino el pueblo.
“Nuestra Constitución establece que el soberano es la nación. Pero en todas las democracias desarrolladas, donde hay democracia de verdad, el soberano es el pueblo”, afirmó.
Y fue más allá:
“Cuando el Estado de derecho no sirve para garantizar los derechos esenciales del pueblo, el pueblo tiene todo el derecho y la razón para pasar por sobre él”.
Crítica al sistema penal
El comunista abordó el aumento de la población penal en Chile, que recientemente alcanzó un peak de 61 mil personas, destacando que los internos venezolanos ya superan en número a los colombianos.
Desde una visión marxista, Jadue planteó que las cárceles no serían únicamente espacios de castigo, sino “instrumentos de dominación de clase” utilizados por el Estado.
“El Estado burgués usa el aparato penal para disciplinar al proletariado y mantenerlo, de una u otra manera, a raya”, aseguró.
“¿La política contra el delito ha servido de algo?”
En ese marco, Jadue criticó el enfoque que ha tenido el país en materia de seguridad. “Llevamos demasiado tiempo aumentando los recursos que ocupamos en policías, en la persecución del delito y en la construcción de cárceles, pero el crimen organizado sigue creciendo”.
“Hoy uno podría preguntarse: la política contra el delito que hemos llevado en los últimos cuarenta años, ¿ha servido de algo?”, cuestionó finalmente.