
Los últimos tenistas latinoamericanos en competencia en singles de Wimbledon, la argentina Solana Sierra y el chileno Nicolás Jarry, perdieron hoy en los octavos de final del torneo londinense, el tercer Grand Slam de la temporada.
Jarry (143) cayó con las botas puestas en un maratónico duelo con el británico Cameron Norrie (61) en la Cancha 1, donde estuvo cerca de lograr una espectacular remontada.
El local dominó los primeros sets 6-3 y 7-6, pero el chileno empató el desafío con sus triunfos por doble 7-6, antes de ceder en el quinto 3-6.
El chileno de 29 años tiene un enorme mérito por lo conseguido en el All England Lawn Tennis and Croquet Club, después de lidiar en el último año con la neuritis vestibular, una enfermedad que le afecta el oído, el equilibrio y la visión.
Sierra (101), por su parte, no encontró respuestas para el juego de la germana Laura Siegemund (104), quien se impuso en toda la línea con parciales de 6-3 y 6-2.
La argentina de 21 años protagonizó una sorprendente actuación en Wimbledon, al ser el primer tenista de la Era Abierta, a partir de 1968, en alcanzar el cuadro de 16 de un “majors” después de beneficiarse con el “lucky loser”, una suerte de oportunidad divina para los jugadores eliminados en la fase clasificatoria.