
En medio de las investigaciones por la liberación del imputado Osmar Ferrer, presunto sicario acusado del asesinato del conocido “Rey de Meiggs”, la jueza Irene Rodríguez Chávez, del 8° Juzgado de Garantía de Santiago, salió al paso de las críticas y descartó tajantemente cualquier responsabilidad.
“No hubo ningún dolo ni corrupción ni nada en el Poder Judicial. Me declaro inocente en ese sentido”, afirmó en entrevista con TVN.
“Decidí que ingresaran los tres a prisión preventiva, di las órdenes respectivas, la audiencia está muy clara en lo que hice y eso es lo que vale”, sostuvo.
En esa línea, señaló que “decreté las tres prisiones preventivas y mandé las órdenes de ingreso esa misma tarde a Gendarmería. Lo demás hay que ver qué pasó y es objeto de investigación, pero las tres órdenes de ingreso a Santiago 1 fueron firmadas por mí y fueron remitidas a Gendarmería”, detalló.
La jueza hizo énfasis en que Gendarmería dejó constancia de haber recibido las tres órdenes esa misma noche, incluidas las del imputado Ferrer. Sin embargo, no se refirió en esta oportunidad a las tres resoluciones electrónicas ingresadas al sistema judicial entre las 20:17 y las 20:28 horas, que incluían una orden de ingreso, una revocación por error en los datos y una nueva orden con la corrección correspondiente.
Cabe destacar que las declaraciones fueron emitidas previo a una reunión con el fiscal regional Occidente, Marcos Pastén, quien se dirigió al Octavo Juzgado de Garantía para entrevistarse con la magistrada que firmó la orden que liberó al sicario.