Regresa monólogo sobre el primer caso de VIH/Sida en Chile

Después de un aplaudido debut en 2024, vuelve “Edmundo”, obra que cruza en escena la historia de la primera víctima chilena de VIH/Sida con la de su dramaturgo, director e intérprete, Ernes Orellana.

Edmundo” es una creación escénica que surge como una acción poética y reflexiva sobre la experiencia de quienes viven con VIH. Fue estrenada el año pasado y revisa las memorias y las huellas de una pandemia que desde su aparición en los ochenta ha matado a 40 millones de personas.

La inspiración de la obra nació a partir de un hecho noticioso: el 2024 se cumplieron 40 años desde la muerte del profesor Edmundo Rodríguez, el primer paciente diagnosticado con VIH/Sida en Chile o el llamado “caso cero”.

A partir de lo anterior, el dramaturgo, director y performer, Ernes Orellana, propone un unipersonal que él mismo protagoniza y donde reconstruye una memoria sexo-política inconclusa que entrelaza con su propia biografía.

En el escenario, se desarrolla el monólogo de un artista seropositivo y sexodisidente que repasa sus propias vivencias y las de Rodríguez, recolectadas mediante entrevistas y documentos de archivos, y los mitos que rodean la historia de la peste y los virus en Occidente.

En este unipersonal, las imágenes, las sonoridades, los gestos y el cuerpo son el lugar para poder entrar a diversificar una historia que da cuenta de múltiples genealogías. Un montaje de estética ochentera que – como explica Ernes Orellana, se plantea como “una invitación a rememorar, imaginar, reconocer y visibilizar qué significó vivir con VIH durante las décadas pasadas y qué podría significar hoy”.

El público se adentrará en esta travesía emocional donde se confunden los planos de realidad en una obra fragmentaria, con un collage de imágenes donde los viejos pueden volver a ser jóvenes o niños y la naturaleza dialoga con los humanos.

“El relato se narra a partir de múltiples voces que rodean como fantasmas la vida de Edmundo. Entre esas voces está el amor, la familia, la amistad, que se van cruzando con mi propia voz desde un lugar más bien biográfico, una autoficción que se va tejiendo con las voces que van dando cuenta de la fragilidad de un hombre homosexual, que le ocurre una situación que nadie entendía”, profundiza Orellana.

Orellana reflexiona y dice que “hablar desde el teatro de VIH/Sida hoy, a más de 40 años de su llegada al país, invita a reflexionar y sensibilizarse sobre los trayectos políticos y afectivos de un virus que en su origen se consideró peste homosexual, plaga, tragedia sexual, castigo divino, y de cómo se construyó un estigma social y una discriminación moral que hasta hoy perdura”.

Esta pieza se suma a la trayectoria creativa de Orellana, quien a la cabeza de Teatro Sur ha abordado de manera crítica las historias, memorias y perspectivas de las disidencias sexuales con propuestas escénicas como “Yeguas Sueltas” y “Demasiada libertad sexual les convertirá en terroristas”.

«En pleno debate en torno a las necesidades de una nueva educación sexual y la emergencia de las disidencias sexuales, es el momento propicio para agitar memorias mediante las artes sobre un virus que sigue siendo un tabú, un estigma moral y una invisibilización cultural y que ha matado a tantas personas», concluye el director.

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