ONU confirma casi 800 muertos cerca de centros de distribución de ayuda israelíes en Gaza

La oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha confirmado este viernes la muerte de 798 personas cuando intentaban recoger ayuda humanitaria en los centros de distribución instalados por Israel en la Franja de Gaza bajo el control de la polémica Fundación Humanitaria de Gaza israelí-estadounidense (GHF, por sus siglas en inglés).

Estas 798 muertes han sido contabilizadas desde el 27 de mayo, cuando comenzó a operar la GHF en Gaza, y hasta el 7 de julio. Esta cifra incluye a 615 fallecidos en las inmediaciones de los puntos de entrega de la GHF y 183 «en las rutas de los convoyes».

«La muerte de casi 800 personas que intentaban acceder a la ayuda se debe mayoritariamente a heridas de bala», ha explicado una portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, con lo que valida así las estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Sanidad del Gobierno gazatí, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que incluso supera.

El último balance de las autoridades gazatíes, publicado el jueves, eleva a 782 los muertos y a 5.179 los heridos en las inmediaciones de los centros de entrega de ayuda humanitaria de la GHF, de los que 9 muertos y 78 heridos corresponden a las 24 horas anteriores.

Shamdasani ha explicado que han trasladado su preocupación por estos «crímenes atroces» y advertido que estos ataques «obligan a la gente a elegir entre ser tiroteados o comer».

En concreto, se ha referido al caso de al menos 15 palestinos muertos, incluidos mujeres y niños, en un ataque frente a una clínica de Deir al Balá gestionada por la ONG estadounidense Proyecto Esperanza, organización socia del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y ha asegurado que lo está «estudiando».

Israel ha confirmado el ataque y ha señalado que el objetivo era un miembro de Hamás implicado en el ataque del 7 de octubre de 2023. Shamdasani ha apelado al principio de distinción y de proporcionalidad recogidos en el Derecho Internacional Humanitario.

«En el global de muertes de Gaza hay un alto porcentaje de mujeres y niños, lo que de nuevo pone en cuestión si se están respetando los principios» del Derecho Internacional Humanitario, ha indicado la portavoz.

También la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha condenado las muertes cerca de puntos de la GHF a través de un portavoz, Christian Lindmeier, que ha indicado que se está «quedando lentamente sin palabras para describir la situación».

«Gente tiroteada en centros de distribución. Decenas de mujeres y niños hombres y niñas y mujeres muertas mientras recogen alimentos en refugios supuestamente seguros o en las carreteras que llevan a clínicas o dentro de las clínicas. Es mucho más que inaceptable», ha declarado.

Lindmeier ha pedido además que la entrada de combustible en la Franja de Gaza «no sea una entrega especial», en referencia a los 75.000 litros que entraron en el enclave palestino el miércoles, los primeros en más de 130 días, sino que haya «una entrega regular» para que las instalaciones sanitarias, las desalinizadoras o las panaderías puedan seguir funcionando.

Por su parte, las Fuerzas Armadas israelíes han informado de que han emitido instrucciones adicionales tras las «lecciones aprendidas» en relación con la muerte de civiles en las inmediaciones de los puntos de distribución de la GHF.

«Las Fuerzas de Defensa de Israel han instalado recientemente vallas, señalización y han abierto nuevas rutas, entre otras medidas», ha indicado el Ejército israelí en un comunicado que reconoce «incidentes en el que civiles han resultado lesionados». «Se han realizado exámenes minuciosos» que están «siendo revisados por las autoridades competentes de las FDI».

Desde el inicio el 7 de octubre de 2023 de la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza han muerto 57.762 personas y otras 137.656 han resultado heridas, según el balance de las autoridades palestinas. Este ataque es en represalia a la incursión de milicianos palestinos desde Gaza del 7 de octubre de 2023 que dejó unos 1.200 muertos.