
Recife y el frevo: un carnaval eterno en el corazón del casco histórico
Recorrer Recife es caminar entre el pasado y el presente. Es dejarse sorprender por una ciudad que está renaciendo, que se reinventa con respeto por sus raíces, y que recibe al visitante con los brazos abiertos y el alma en fiesta.
Recife no solo es una ciudad, es un estado de ánimo. Vibrante, colorida y profundamente musical, la capital de Pernambuco se ha convertido en un destino cada vez más codiciado por viajeros de todo el mundo que buscan una experiencia cultural auténtica. Parte de ese encanto reside en su casco histórico, que está siendo cuidadosamente restaurado por las autoridades locales para integrarse al impresionante desarrollo urbano de la ciudad, con su nueva costanera y arquitectura moderna.
En este proceso de revitalización, el frevo —ritmo nacido en las calles recifenses a finales del siglo XIX— ha recobrado protagonismo. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012, el frevo no es solo música o danza: es un espectáculo de energía, historia y resistencia.
Quienes lleguen al centro histórico no pueden dejar de visitar el Paço do Frevo, un museo interactivo instalado en el corazón de Recife Antiguo. Este espacio único cuenta con archivos, vestimentas, instrumentos, fotografías y, sobre todo, emoción: la de un pueblo que ha hecho del frevo una forma de vida. Aquí se pueden conocer los más de 120 pasos catalogados de esta danza acrobática, nacida de la mezcla del capoeira con la marcha y el maxixé, y que alguna vez fue usada como forma de intimidación entre bloques rivales durante el carnaval.
Las calles alrededor del Paço también respiran frevo. Fachadas decoradas con máscaras coloridas, sombrillas tradicionales, músicos en plazas, bares con murales de arte popular y monumentos vivos como el Circuito da Poesia, donde artistas como Xico Science y Manuel Bandeira son homenajeados con esculturas en esquinas y plazas. Cada rincón del centro histórico habla de esa “poeticidad” recifense, de esa mezcla única entre cultura popular, sofisticación literaria y energía carnavalesca.
Recorrer Recife es caminar entre el pasado y el presente. Es dejarse sorprender por una ciudad que está renaciendo, que se reinventa con respeto por sus raíces, y que recibe al visitante con los brazos abiertos y el alma en fiesta. Porque aquí, donde el frevo «ferve», la alegría es patrimonio y la cultura, una invitación.
Recife, la Venecia del nordeste brasileño que se abre a los viajeros de Chile