
Expertos advierten que réplicas de sismo de Kamchatka pueden provocar tsunamis: «Hay efectos impredecibles»
El terremoto de Kamchatka, con una magnitud de 8,8, es el más potente a nivel mundial desde el de Tōhoku (Japón) en 2011, de magnitud 9,0, que causó un devastador tsunami.
El terremoto registrado a las 23:24 UTC del 29 de julio en Kamchatka (Rusia) ha provocado alertas de tsunami en gran parte del Pacífico —incluyendo Japón, China, Indonesia, Filipinas, Canadá, Hawái (EE. UU.) y varios países de América del Sur, incluido Chile—, algunas de las cuales ya han sido levantadas. Sin embargo, expertos advierten que las réplicas todavía podrían provocar tsunamis.
Al respecto, el geólogo del IGME-CSIC, Raúl Pérez, habló con Europa Press y advirtió que un terremoto de magnitud 8,8 en la escala de Richter tiene la capacidad de generar una réplica de magnitud 7,6, lo que también podría desencadenar un “tsunami destructivo”.
Por su parte, el director de la Red Sísmica Nacional, Juan Vicente Cantavella, reconoció que “la alerta, de algún modo, ha sobrestimado el impacto que podría tener el tsunami”, pero que se mantiene en algunos lugares porque todavía hay efectos “bastante impredecibles”.
“No se tiene certeza de lo que va a ocurrir y, por precaución —porque es algo que razonablemente podría suceder todavía—, se mantiene la alerta en algunos puntos del mundo”, puntualizó.
El terremoto de Kamchatka, con una magnitud de 8,8, es el más potente a nivel mundial desde el de Tōhoku (Japón) en 2011, de magnitud 9,0, que causó un devastador tsunami. Además, el sismo se encuentra entre los diez más fuertes ocurridos en el mundo desde 1900, según el USGS (Servicio Geológico de Estados Unidos).
Horas después del terremoto, el volcán Kliuchevskói, ubicado en la península de Kamchatka, entró en erupción, lo que ha incrementado las preocupaciones sobre la actividad geológica en la zona.
La región en la que se ha producido el sismo es altamente sísmica. Según Pérez, “hace solo 70 años —en 1952— se registró otro terremoto de magnitud 9. Algo debería tener guardado esta falla”, añadió.
Respecto a las réplicas, el experto explicó que el tiempo de respuesta desde que se produce un terremoto hasta la llegada de un posible tsunami es de “un par de horas o tres”. “Tienen tiempo suficiente para emitir una orden de evacuación o enviar una alerta a los teléfonos celulares de la población”, señaló.
Cantavella aclaró que, si bien no es posible predecir un terremoto —“se detecta normalmente pocos minutos después de que ocurre”—, sí es posible anticipar la llegada de un tsunami.
“Las olas del tsunami viajan más lentamente que las ondas sísmicas. Por lo tanto, pueden tardar desde varios minutos hasta horas en llegar, incluso más de un día a las zonas más alejadas. Podemos avisar con tiempo a las poblaciones costeras para que tomen medidas”, explicó.
A raíz del devastador tsunami de Indonesia, se crearon sistemas regionales de alerta de tsunami asignados a cada cuenca oceánica, coordinados por la UNESCO: del Índico, del Caribe, y el del noreste Atlántico y Mediterráneo. Además, muchos países con riesgo de tsunami tienen sistemas nacionales propios.