Tailandia declara ley marcial en frontera por conflicto con Camboya

"Si la situación continúa escalando, podría convertirse en una guerra, pero por ahora es sólo un conflicto armado", ha manifestado el primer ministro en funciones, Phumtham Wechayachai.

Las autoridades tailandesas han declarado este viernes el estado de ley marcial en ocho distritos de dos provincias fronterizas con Camboya debido al conflicto armado que ha terminado de estallar esta semana entre ambos países.

Las escaramuzas de las últimas semanas en torno al disputado templo de Preah Vinear han terminado generando un enfrentamientos que ha dejado hasta el momento 13 civiles y un militar muertos en Tailandia, según el último balance dado a conocer por el primer ministro en funciones, Phumtham Wechayachai.

«Si la situación continúa escalando, podría convertirse en una guerra, pero por ahora es sólo un conflicto armado», ha manifestado Phumtham en un comunicado divulgado por su oficina este viernes. «Estos ataques constituye una grave violación del derecho internacional y los principios humanitarios, ya que han ido dirigidos contra hospitales y zonas residenciales, lo que ha causado una inmensa pérdida de vidas y bienes, en lo que puede considerarse un crimen de guerra».

Al mismo tiempo, las autoridades locales han emitido una orden de ley marcial en ocho distritos del país: Mueang Chanthaburi, Tha Mai, Makham, Laem Singh, Kaeng Hang Maew, Na Yai Am y Khao Khitchakut, en la provincia de Chanthaburi, y en Khao Saming, en la provincia de Trat. Más de 130.000 ciudadanos tailandeses han tenido que abandonar sus hogares en medio del cruce de artillería.

Precisamente a este respecto el Ejército tailandés ha admitido que está empleando municiones de racimo prohibidas por los convenios internacionales por su carácter indiscriminado, aunque ha puntualizado que el uso de esta munición está específicamente dirigido contra objetivos militares.

Horas antes la portavoz del Ejército camboyano, la general Maly Socheata, había denunciado que Tailandia ha atacado al menos siete objetivos usando esta munición entre las 03.20 y las 08.00 de esta mañana en un acto «brutal e inhumano» que representa «una violación del derecho Internacional», al ir también dirigida contra los templos de templos de Ta Moan y Takrabei. Asimismo, también ha denunciado un ataque contra el templo disputado de Preah Vinear, que el Ejército tailandés ha desmentido categóricamente.

En respuesta, su homólogo tailandés, el general Winthai Suvaree, ha confirmado el uso de esta munición «contra objetivos militares para mejorar su capacidad de destrucción», y ha querido apaciguar los ánimos asegurando que esta munición no se puede comparar con el uso de «minas terrestres antipersona» porque «no dejan efectos residuales» que puedan afectar a la población civil en forma de proyectiles sin detonar. Expertos de Naciones Unidas denuncian esta clase de munición es propensa a todo lo contrario, y puede permanecer adormecida durante años hasta que acaba estallando por contacto.

De todas formas, el portavoz tailandés recuerda que Tailandia no forma parte de la Convención sobre Municiones de Racimo (CMR) y, por lo tanto, no es vinculante. «Las operaciones militares de Tailandia se rigen por el principio de proporcionalidad, según el cual las municiones en racimo se emplearán para mejorar la capacidad de destrucción explosiva únicamente contra objetivos militares», concluye el comunicado.

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