En conversación con Mucho Gusto, Mauricio, un taxista de Arica, relató cómo trasladó al sicario Alberto Carlos Mejía Hernández, quien escapó de Chile tras ser liberado por error, a menos de 24 horas de decretarse su prisión preventiva.
El conductor aseguró que el 12 de julio, alrededor de las 20:00 horas, el imputado apareció en el terminal de buses de Arica y pidió sumarse a un viaje compartido con otros tres extranjeros rumbo a la frontera con Perú.
“El cuarto sujeto, que es el sicario, se acercó cuando escuchó que iba a llevar a los demás a la frontera. Estaba medio escondido, con gorro y tapándose la mano con un chaleco”, detalló.
Durante el trayecto, Mejía iba sentado al medio de la parte trasera del vehículo y conversó con otro pasajero sobre sus antecedentes penales:
“Hablaban sobre que habían estado detenidos en Estados Unidos. Se contaban anécdotas”, relató el conductor.
Mauricio explicó que cobró $10.000 por pasajero, tarifa habitual para quienes buscan salir por pasos no habilitados.
El escape
Según su testimonio, la idea del grupo era evitar el control militar. Sin embargo, el taxista los dejó en el estacionamiento cercano al complejo fronterizo. “Me aseguré de que los controlaran los militares. Si no los dejaban pasar, los traía de vuelta”, dijo.
Finalmente, confirmó que Mejía logró cruzar hacia Perú por un paso no habilitado, mientras que otro pasajero fue detenido por la PDI y volvió al día siguiente para intentar salir nuevamente, petición que el taxista rechazó.
Sobre la vigilancia en el sector, el conductor comentó:
“El control ahí es muy vago. Cualquiera muestra un carnet y sale. Me imagino que se las ingenian para cruzar”.
