
Yuval Noah Harari advierte sobre el riesgo de “dictaduras digitales” impulsadas por la inteligencia artificial
El historiador y filósofo israelí alerta hoy en una entrevista publicada en La Vanguardia de España que la vigilancia total facilitada por la IA podría concretar los sueños más peligrosos del totalitarismo.
El historiador Yuval Noah Harari, autor de Sapiens y una de las voces más influyentes en el debate sobre tecnología y poder, volvió a encender las alarmas respecto a los riesgos de la inteligencia artificial (IA), asegurando que esta herramienta podría ser la vía para instaurar las primeras “dictaduras digitales” de la historia.
“La inteligencia artificial permite una vigilancia total que acaba con cualquier libertad”, afirmó Harari en una entrevista con La Vanguardia. A su juicio, lo más inquietante de esta tecnología no es solo su potencial, sino su actual aplicación en algunos países, donde ya se utiliza para recopilar datos personales de forma masiva, automática y en tiempo real. “Por primera vez, una tecnología permite vigilar a cada ciudadano con una eficiencia inimaginable para las dictaduras del pasado”, advirtió.
El pensador diferencia entre regímenes autoritarios —que controlan instituciones— y regímenes totalitarios —que aspiran a controlar todos los aspectos de la vida—. En ese sentido, Harari cree que la IA puede cumplir esa vieja ambición del totalitarismo: vigilancia personalizada, predictiva y sin necesidad de ejércitos de espías, sino con simples algoritmos.
En sus intervenciones públicas, como en el Mobile World Congress, Harari ha sido categórico: “Cuando un gobierno utiliza la tecnología para vigilar y controlar a sus ciudadanos, está abriendo la puerta a las dictaduras digitales. Los datos deberían usarse para ayudarnos, no para explotarnos”.
Para él, la información es la base del poder político, y quien controle los datos, controlará el mundo. Por eso, sostiene que la democracia del siglo XXI solo podrá sobrevivir si se imponen regulaciones internacionales que limiten la concentración de datos en manos de gobiernos o grandes corporaciones sin mecanismos de control ciudadano.
En un mundo cada vez más influenciado por algoritmos, Harari insiste en que educación digital crítica, transparencia tecnológica y una ciudadanía empoderada son esenciales para evitar el colapso de las democracias frente al avance de tecnologías sin control ético ni político.