
Alimentar peces entre corales: una experiencia mágica y accesible en Porto de Galinhas
El paseo en jangada hasta las piscinas naturales del centro de Porto es una de las actividades más lúdicas y encantadoras del nordeste brasileño. Ideal para familias con niños y amantes del mar.
Durante la marea baja, las piscinas naturales del centro de Porto de Galinhas se transforman en un espectáculo vivo de color y movimiento.
En medio de este paraíso marino, una de las experiencias más simples, económicas y emocionantes que puedes vivir es alimentar peces entre los arrecifes de coral, a solo 500 metros de la playa.
La dinámica es sencilla: por apenas 11 dólares por persona (niños de 0 a 3 años no pagan, y de 3 a 6 tienen un 50% de descuento), puedes abordar una jangada, embarcación típica a vela, directamente desde la playa principal. Los capitanes —expertos conocedores de la zona— te llevarán hasta una zona donde, al sumergirte en aguas cálidas y cristalinas, podrás ver cómo decenas de peces se acercan a comer en tus manos.
En pocos segundos, la magia sucede: peces multicolores se agrupan alrededor de ti, en una escena que parece salida de un documental. Si la marea lo permite, puedes incluso sentarte sobre los arrecifes, con el agua a la cintura, mientras observas el ir y venir de las especies marinas. Con snorkel, la experiencia se vuelve aún más completa, ya que permite ver de cerca la biodiversidad del lugar con claridad sorprendente.
El paseo no dura más de 40 minutos, pero es tiempo suficiente para quedar fascinado. Es una actividad muy recomendada para niños, quienes disfrutan cada segundo de la interacción con los peces, pero también para adultos que, entre risas, se reconectan con la infancia y el asombro de lo simple.
Para complementar esta experiencia, se sugiere disfrutar de un almuerzo en la playa en restaurantes como Peixe na Telha o Caldinho de Nenen, dos opciones con gastronomía local fresca y vistas inmejorables.
Porto de Galinhas es mundialmente famosa por sus piscinas naturales, y esta actividad —al alcance de todos los visitantes— es una excelente forma de conectar con su esencia. Eso sí, recuerda revisar la tabla de mareas antes de planificar tu paseo y evita caminar sobre los corales para preservar este ecosistema frágil y único.
Porque a veces, lo más inolvidable de un viaje no es lo más costoso, sino lo más auténtico. Y alimentar peces en Porto de Galinhas es, sin duda, uno de esos momentos.