
La Vanguardia entrevista al «resucitado» Roberto Bolaño con IA: «Tras ganar el Nobel, no me presentaré a más premios… ni siquiera al Planeta»
En un ejercicio de ficción literaria, el diario español recrea con inteligencia artificial una entrevista imposible al escritor chileno Roberto Bolaño, fallecido en 2003, quien “responde” a sus 72 años tras recibir el Nobel de Literatura y con una película hollywoodense sobre Los detectives salvajes protagonizada por Timothée Chalamet.
¿Qué habría sido de Roberto Bolaño si no hubiese muerto en 2003? La Vanguardia intenta responder esta pregunta en una original serie de entrevistas imposibles generadas mediante inteligencia artificial, y cuyo primer capítulo revive al aclamado autor chileno en una sorprendente entrevista ficticia firmada por Xavi Ayén.
Bolaño, “recreado” a sus 72 años, concede la conversación en un espacio cultural que hoy ocupa su antigua buhardilla en el barrio del Raval, convertida en centro de homenaje. En este escenario, el escritor reflexiona sobre su supuesto Premio Nobel de Literatura —que, en este universo alterno, recibió en octubre—, su rechazo a futuros galardones (“ni siquiera al Planeta”), y su desencantada mirada sobre la perdurabilidad de la fama literaria: “Los escritores soberbios creen que van a perdurar, pero no es mi caso”, dice el autor de 2666.
La entrevista repasa con tono lúdico y crítico algunos pasajes de la vida y obra de Bolaño. El escritor se autodefine como “mejor persona que Neruda” y destaca su dislexia como un rasgo único frente a los otros Nobel chilenos, Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Aun así, reafirma su esencia poética: “La mejor poesía del siglo XX está escrita en prosa: Proust, Joyce, Faulkner”.
Consultado por el estreno de una versión cinematográfica de Los detectives salvajes —donde Timothée Chalamet interpreta a su alter ego, Arturo Belano—, Bolaño bromea sobre el casting y elige como mejor acierto a Javier Bardem encarnando a Octavio Paz: “Nadie mejor para hacer de malo”. También celebra la banda sonora, con canciones de Bob Dylan y Patti Smith.
El ficticio Nobel evoca sus días como ladrón de libros —que, según él, “no es delito”—, y afirma que los lectores piratas son los más fieles. Entre otros temas, lanza críticas a autores como Isabel Allende y Arturo Pérez-Reverte, a quienes califica de “escribidores sin sentido del ritmo”, mientras elogia a figuras como César Aira, Rodrigo Fresán y Enrique Vila-Matas.
La pieza, ilustrada con una imagen generada por IA que muestra a un Bolaño envejecido, se enmarca en una serie veraniega que incluirá a otras personalidades culturales ya fallecidas. Además de esta entrevista imposible, la nota menciona un proyecto audiovisual en curso basado en 2666, el monumental libro del autor, que llegaría en formato de serie con cinco temporadas.
Al cierre, “Bolaño” revela que está por terminar un nuevo poemario y que impulsa una editorial cooperativa, Ediciones Sin Fin, junto a Ana María Chagra y Bruno Montané. Allí publican a autores marginados como Darío Galicia, Tulio Mora y Osvaldo Lamborghini, con la esperanza —dice con ironía— de ver sus libros “vendiéndose en los semáforos” de América Latina.
Este ejercicio de inteligencia artificial e imaginación literaria rinde homenaje a una de las voces más potentes y desafiantes de la narrativa en español de las últimas décadas, con una mezcla de crítica, humor y lucidez digna del propio Bolaño.