Sichel acumula polémicas: ahora se enfurece por críticas a pérgola de Ñuñoa

La reacción del edil ha sido interpretada como una nueva muestra de intolerancia a la crítica, en una gestión que no ha estado exenta de roces públicos.

El alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, sumó una nueva controversia a su gestión luego de enfrentar duramente a quienes cuestionaron la renovación de la histórica pérgola en la Plaza Ñuñoa. Las críticas, centradas principalmente en los colores escogidos para pintar la estructura —rojo y amarillo—, fueron calificadas por el edil como parte de una “amargura” de sectores de la “izquierda boutique”.

“Pensé que la recuperación de la Pérgola sería motivo de celebración, pero a cierta izquierda boutique le molesta todo. Contra la amargura y la política de salón, en Ñuñoa avanzamos felices junto a todos”, escribió Sichel en su cuenta de X (exTwitter), donde también lanzó dardos directos contra arquitectos y usuarios que cuestionaron la estética de la remodelación.

Entre los comentarios destacados estuvo el del arquitecto Sebastián Gray, quien calificó el colorido de la pérgola como “uno de los más horrendos” que había visto. Sichel, lejos de ignorar la crítica, replicó que se trataba del “color histórico y patrimonial de la pérgola”.

El jefe comunal aseguró que los tonos utilizados tienen décadas de tradición y que la obra corresponde a un rescate patrimonial. “Un eximio tuitero de izquierda reclamó porque no le gustaban los colores. (…) No todo es política, a veces hay que saber esperar para opinar”, agregó el alcalde en un video difundido por redes sociales.

La reacción del edil ha sido interpretada como una nueva muestra de intolerancia a la crítica, en una gestión que no ha estado exenta de roces públicos. Sichel parece dispuesto a abrir un nuevo frente cada semana, tensionando el clima local con respuestas virulentas frente a cualquier cuestionamiento, por pequeño que parezca.

Con esta polémica, el alcalde de Ñuñoa vuelve a posicionarse en el centro del debate no por sus obras, sino por su estilo confrontacional. Una forma de gobernar que incomoda incluso a algunos de sus simpatizantes, quienes ven en su actitud más un afán por polemizar que por construir consensos.

Su estilo, cada semana, enardece a los concejales quienes han sido «víctimas» de las ironías del alcalde en las sesiones del Concejo Municipal.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista