
Siete años de cárcel para menor que asesino a Uribe en Colombia
El abogado de la familia del senador, Víctor Mosquera, valoró la sentencia contra el menor pero la consideró insuficiente.
El menor que atentó contra el precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay el 7 de junio pasado fue condenado a siete años de reclusión, informó la Fiscalía.
«Luego de valorar las pruebas aportadas por la Fiscalía y la aceptación voluntaria de cargos hecha durante la audiencia de acusación, un juez del conocimiento del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) sancionó al menor de edad que disparó contra el senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay, el pasado 7 de junio, en el occidente de Bogotá. La decisión precisa que el menor de edad deberá permanecer siete años privado de libertad en un centro de atención especializada», indicó la entidad en un comunicado.
Uribe Turbay falleció el 11 de agosto en la Fundación Santa Fe de Bogotá tras permanecer más de dos meses en cuidado intensivo por las heridas sufridas en el atentado en su contra.
El abogado de la familia del senador, Víctor Mosquera, valoró la sentencia contra el menor pero la consideró insuficiente.
«Bajo la Ley de Infancia y Adolescencia se impuso una de las sanciones más altas al menor que asesinó a Miguel Uribe Turbay: 84 meses. Respetamos la decisión, pero esa sanción nunca se equipara con la vida que arrebató ni con el dolor causado. Esta ley incentiva que el crimen use menores sin castigo real y efectivo», señaló el abogado en su cuenta de X.
El atentado ocurrió mientras Uribe Turbay participaba en un acto político como precandidato presidencial por el partido Centro Democrático (derecha).
Las autoridades comprobaron la autoría y responsabilidad del menor en el atentado por lo que ordenaron su internamiento en un centro especializado.
Los demás acusados de haber participado y planeado el atentado enfrentan cargos por homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores para delinquir.
El arma usada en el atentado, una pistola Glock 9 milímetros, fue adquirida legalmente en Arizona, EEUU, en 2020.
La Fiscalía y la Policía continúan investigando a los posibles autores intelectuales del crimen y se barajan hipótesis que involucran a bandas criminales y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).