
Tiradora de Minneapolis era miembro de la iglesia atacada
"Creemos que era una estudiante de la escuela, un miembro de la iglesia en el pasado. Su madre trabajó para la parroquia durante algún tiempo, pero no hemos visto nada específico que desencadene la cantidad de odio que ocurrió ayer", ha indicado el jefe de la Policía de Minneapolis.
La Policía de Minneapolis ha confirmado este jueves que la sospechosa del tiroteo registrado durante una misa en un colegio católico ubicado en el suroeste de la ciudad estadounidense, era miembro de la iglesia y había sido alumna de la escuela hasta 2017.
«Creemos que era una estudiante de la escuela, un miembro de la iglesia en el pasado. Su madre trabajó para la parroquia durante algún tiempo, pero no hemos visto nada específico que desencadene la cantidad de odio que ocurrió ayer», ha indicado el jefe de la Policía de Minneapolis, Brian O’Hara, en declaraciones a la cadena NBC News.
El máximo responsable policial de Minneapolis ha explicado que el protocolo del colegio de cerrar las puertas de la iglesia una vez comenzada la misa a primera hora de la mañana evitó que la tiradora, identificada como Robin Westman, disparara desde el interior del edificio, provocando más víctimas.
La sospechosa, de 23 años y quien se graduó en 2017, habría compartido presuntamente una serie de vídeos y escritos a través redes sociales, que ya han sido eliminados por el FBI. En ellos se puede ver una colección de armamento con mensajes racistas y antisemitas inscritos en ellas, como «seis millones no fueron suficientes», en referencia al Holocausto.
En las grabaciones, la joven habla sobre sus pensamientos suicidas y deja un manifiesto para su familia en el que pide perdón por sus actos. Asimismo, aparece con un cuaderno en las manos en el que hay escritos una serie de garabatos sin sentido en cirílico, así como nombres de asesinos en masa, entre ellos Adam Lanza, el autor de la matanza de la escuela primaria Sandy Hook de Newton, Connecticut.
Su madre solicitó el cambio legal de nombre del sospechoso de Robert a Robin, según consta en los documentos judiciales, por lo que las autoridades sospechan que estaría inmersa en un proceso de transición de cambio de género.
En este sentido, el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, advirtió en la víspera que no se tolerará ningún comportamiento de odio hacia la comunidad trans debido a estos hechos. «Debemos actuar desde el amor hacia nuestros hijos», aseguró.
La Policía recuperó un rifle, una escopeta y una pistola utilizadas durante el tiroteo, todas ellas compradas legalmente. Según las pesquisas, la tiradora, que no tenía antecedentes penales, habría actuado sola y todavía se desconoce su móvil. Además, no consta que Westman haya tenido enfermedades mentales.
Las autoridades han llevado a cabo cuatro órdenes de allanamiento en el marco del tiroteo, que dejó dos menores de ocho y diez años fallecidos, mientras que otros catorce menores y tres feligreses resultaron heridos. La tiradora se quitó la vida tras el suceso.