
Justicia argentina imputa a hija de jerarca nazi por robo de cuadro histórico
Durante la audiencia que se llevó adelante el jueves en la ciudad de Mar del Plata, el juez Santiago Inchausti estableció las imputaciones a requerimiento del fiscal Carlos Martínez contra la hija del jerarca nazi Fiedrich Gustav Kadgien y su esposo por el robo del cuadro "Retrato de dama", del italiano Giuseppe Ghislandi.
Un juez argentino imputó por encubrimiento agravado de robo en contexto de genocidio a un matrimonio compuesto por la hija de un exfuncionario nazi, Patricia Kadgien y a su marido, Juan Carlos Cortegoso, tras haber recuperado un cuadro del siglo XVIII sustraído durante la Segunda Guerra Mundial.
«Cuadro robado por nazis: confirmaron la imputación de Patricia Kadgien y su marido», informó el portal Infobrisas.
Durante la audiencia que se llevó adelante el jueves en la ciudad de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires (este), el juez Santiago Inchausti estableció las imputaciones a requerimiento del fiscal Carlos Martínez contra la hija del jerarca nazi Fiedrich Gustav Kadgien y su esposo por el robo del cuadro «Retrato de dama», del italiano Giuseppe Ghislandi.
El juez prohibió al matrimonio su salida del país, reclamó sus pasaportes, y dispuso una serie de medidas cautelares, como la prohibición de ausentarse de su domicilio por más de 24 horas.
«Los delitos que se estaban encubriendo son graves, se vinculan con delitos de genocidios, robo en un contexto de genocidio, y tienen que ver con un plan sistemático de apropiación de obras de arte y joyas perpetrado por el régimen nazi», señaló el fiscal del caso a Radio Brisas.
El cuadro, robado por los nazis en Ámsterdam a un galerista judío holandés durante la Segunda Guerra Mundial, fue recuperado en la víspera por la policía argentina.
Patricia Kadgien es hija del «mago de las finanzas» de las SS Friedrich Kadgien, quien huyó a Argentina tras la guerra.
La obra fue hallada por periodistas del diario holandés Algemeen Dagblad (AD) en una fotografía de una casa en venta en el balneario argentino, propiedad de la hija de Kadgien, al que investigaban.
Cuando la policía allanó la casa la semana pasada, el cuadro había desaparecido.
El cuadro, pintado en 1710 y cuyo valor actual sería de unos 50.000 dólares, fue sustraído de la colección del comerciante de arte Jacques Goudstikker, que incluía más de 1.200 obras, tras su huida ante la invasión alemana y posterior muerte en 1940