Zelenski desde ONU: el mundo vive la “carrera armamentística más destructiva de la historia”

El mandatario ucraniano instó a “detener la propagación de las armas nucleares y restablecer la cooperación efectiva en pos de la paz y la seguridad”, dado que dentro de unos años podría ser “demasiado tarde”.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, advirtió este miércoles que el mundo se encuentra inmerso en la “carrera armamentística más destructiva de la historia”, especialmente ante la ausencia de “plataformas internacionales útiles”, actores “agresivos” como Rusia y la propagación del uso de drones.

“Es la más peligrosa porque no existen garantías de seguridad más allá de los amigos y las armas. Si no hacemos algo, no quedará un sitio en la faz de la Tierra que sea seguro para los seres humanos; necesitamos normas para usar este tipo de armamentos con ayuda de la inteligencia artificial”, aseguró Zelenski durante su intervención en el marco del debate de la Asamblea General de la ONU, que tiene lugar en la ciudad de Nueva York.

Así, instó a “detener la propagación de las armas nucleares y restablecer la cooperación efectiva en pos de la paz y la seguridad”, dado que dentro de unos años podría ser “demasiado tarde”. “Es más barato poner fin a esta carrera, en vez de construir búnkeres, polideportivos y otras instalaciones para protegernos”, dijo.

Sobre el uso de los drones en el marco de la guerra, afirmó que Ucrania “no tiene una gran flota, pero logró repeler a la Armada rusa en el mar Negro”. “Lo hicimos con vehículos no tripulados. Así es como protegemos nuestros puertos y rutas de comercio marítimo, porque Rusia no nos dejó alternativa. Nada de esto habría ocurrido si (Vladímir) Putin no hubiera empezado esta agresión, y cada día que continúa las armas se vuelven más mortíferas, y la culpa solo se puede achacar a Rusia”, sostuvo.

“Para proteger la vida, estamos construyendo escuelas y hospitales bajo tierra, pero tenemos que gastar más en proteger las centrales eléctricas de los misiles y drones”, remarcó, al tiempo que indicó que “ponerle coto a Putin será más barato que preguntarse quién será el primero en crear un dron sencillo que porte una ojiva nuclear”.

El mandatario, que hizo hincapié en que esta es la única manera de “evitar que estas armas lleven a todo el mundo a una catástrofe”, instó a “ejercer presión sobre Rusia”, que “seguirá impulsando la guerra”. “Ucrania es el primer país en sufrir la agresión, pero los drones rusos ya sobrevuelan Europa, las operaciones se extienden más allá de nuestras fronteras y Putin busca ampliarlas. Nadie va a poder sentirse seguro”, añadió.

Es por ello que defendió que si las garantías de seguridad “funcionan para Ucrania”, esto podría “hacer de la seguridad nacional un derecho y un privilegio de todos”. “Estamos dispuestos a que nuestras armas modernas se conviertan en sus armas y hemos decidido compartir estos sistemas”, explicó, no sin antes destacar que “no es necesario empezar de cero”.

Para Zelenski, el siglo XXI “no es tan diferente al pasado”. “Si un país quiere la paz, tiene que conseguir armas; es penoso, pero es la realidad. Ni el Derecho Internacional ni la cooperación permiten decidir quién sobrevive y quién no, porque el Derecho Internacional no funciona a menos que uno tenga amigos poderosos dispuestos a defenderlo”, continuó.

“Aunque las naciones pueden hablar desde aquí, no sirve de nada. La sangre se derrama y ninguna institución internacional puede realmente ponerle fin”, puntualizó, no sin antes incidir en que la prioridad es, “ante todo”, contar con armamento.

El presidente ucraniano criticó a la ONU, que “durante décadas solo estuvo realizando declaraciones”, y manifestó que estas instituciones “hacen que los pueblos que atraviesan conflictos armados no sepan qué esperar”. “Lo que ocurre en Gaza o Siria sirve de recordatorio”, apostilló.

“El año pasado, ante esta asamblea, advertí al mundo del riesgo de desastre por la radiación, especialmente debido a la ocupación por parte de Rusia de la central de Zaporiyia, pero nada cambió: Rusia no dejó de bombardear zonas cercanas a instalaciones nucleares, (…) y las instituciones internacionales son demasiado débiles y por eso continúa esta locura”, aclaró.

La cuestión moldava

Sobre las próximas elecciones en Moldavia, previstas para el próximo 28 de septiembre, lamentó que el país se encuentra actualmente “defendiéndose de la interferencia de Rusia” en sus asuntos internos, como vienen denunciando sus autoridades a lo largo del último año.

“Ya perdimos a Georgia, donde los Derechos Humanos y el espacio cívico han ido mermando. Durante muchos años, también Bielorrusia se fue acercando más a Rusia, y todo esto es algo que no nos podemos permitir en Europa. Ahora, no podemos dejar que se lleve a Moldavia”, afirmó.

En este sentido, reafirmó la necesidad e “importancia de recordar que se hizo caso omiso a lo que pasaba en Georgia, lo que puede llevar ahora a que se desperdicie la oportunidad en Moldavia”, donde insistió en que la Unión Europea “debe prestar ayuda”. “Ya sea con financiación, apoyo energético… No solo con palabras o gestos políticos. No olvidemos que hay que proteger los derechos de los pueblos en regiones donde se ven amenazados”, apuntó.

“Se debe aplicar la Carta de Naciones Unidas, pero hay países que no la cumplen, y esto refleja nuevamente el colapso del Derecho Internacional y muestra la debilidad de las instituciones internacionales”, advirtió, antes de reiterar el peligro de los drones, con los que “muchos saben ya cómo matar de forma profesional”.

Posteriormente, aludió a su “positivo encuentro” con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el marco del debate de la Asamblea de la ONU, y recordó que el magnate “salvó su vida por tan solo unos centímetros cuando recibió un disparo durante un mitin en julio de 2024 en Pensilvania.

“Hace poco, los estadounidenses estaban llorando la muerte de Charlie Kirk (comentarista ultraderechista) debido a la violencia que provoca el uso de armas”, declaró en relación con el asesinato que tuvo lugar durante un acto público en Utah el pasado 10 de septiembre.

“Casi a diario, cuando abrimos el periódico vemos titulares sobre ataques violentos en todo el mundo, que en su mayoría se llevan a cabo con armas, y nos estamos habituando a ello”, aclaró, antes de evocar el caso de la ucraniana Irina Zarutska, una refugiada que fue apuñalada en el cuello cuando viajaba en tren en la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte.

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El Periodista