Ben Gvir visita nuevamente Explanada de las Mezquitas

La oficina del ministro de Seguridad Nacional de Israel, ha señalado que el objetivo de la visita al lugar, conocido por los judíos como Monte del Templo y por los musulmanes como Noble Santuario, era "rezar por la victoria en la guerra, la destrucción de Hamás y el retorno de los secuestrados (en los ataques del 7 de octubre de 2023)".

El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha realizado este miércoles una nueva visita a la Explanada de las Mezquitas con motivo de la fiesta del Sucot y para «rezar por la victoria en la guerra», en medio de los contactos para un posible acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza.

La oficina de Ben Gvir ha señalado que el objetivo de la visita al lugar, conocido por los judíos como Monte del Templo y por los musulmanes como Noble Santuario, era «rezar por la victoria en la guerra, la destrucción de Hamás y el retorno de los secuestrados (en los ataques del 7 de octubre de 2023)», según ha recogido el portal israelí Arutz Sheva.

El ministro, que ya ha realizado varias visitas al lugar durante los últimos meses, desatando críticas de las autoridades y grupos armados palestinos y Jordania, ha destacado posteriormente en su cuenta en la red social X que «dos años después de la terrible masacre» de los ataques del 7 de octubre de 2023 «cada casa en Gaza tiene una imagen del Monte del Templo».

«Hoy, dos años después, estamos victoriosos en el Monte del Templo, somos los caseros del Monte del Templo», ha manifestado. «Rezo para que nuestro primer ministro permita una victoria completa también en Gaza: para destruir a Hamás, para la vuelta de los secuestrados y lograr una victoria completa», ha zanjado.

Hamás ha criticado la visita del «extremista» Ben Gvir «junto a un grupo de colonos» y ha recalcado que se trata de «un movimiento provocativo y deliberado» que coincide con el 35º aniversario de la conocida como Masacre de Al Aqsa o Lunes Negro, cuando más de 20 palestinos murieron a manos de las fuerzas israelíes durante una protesta contra la colocación de una piedra angular para la futura construcción de un tercer templo judío en el lugar.

Así, Hamás ha recalcado que la visita de Ben Gvir al lugar «refleja la mentalidad fascista que guía al Gobierno de ocupación, que viola de forma deliberada la santidad de la mezquita de Al Aqsa y los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo», según ha recogido el diario palestino ‘Filastin’.

«La irrupción, que coincide con el aniversario de la masacre, no es un suceso aislado, si no un mensaje agresivo que busca perpetuar la realidad de la división temporal y espacial e imponer el control de la ocupación sobre la mezquita de Al Aqsa como parte de un proyecto exhaustivo de judaización contra la presencia árabe e islámica en Jerusalén», ha señalado.

En este sentido, el grupo islamista palestino ha hecho hincapié en que «la continuación de los ataques e incursiones no cambiarán el hecho de que Al Aqsa es una mezquita puramente islámica». «Nuestro pueblo seguirá firme en su fe, defendiendo sus derechos y lugares santos a través de todos los medios legítimos».

Por ello, ha reclamado a los palestinos que «permanezcan vigilantes» y que «mantengan una presencia masiva en el complejo de la mezquita de Al Aqsa para protegerlo frente a los planes israelíes»: «Pedimos también a los países árabes e islámicos y a las organizaciones internacionales que asuman su responsabilidad política, legal y moral para detener esta agresión», ha apostillado.

En esta línea, el Gobierno palestino ha dicho que las «reiteradas incursiones» de Ben Gvir en el lugar «son intentos de incendiar la región y socavar los esfuerzos de (el presidente estadounidense, Donald) Trump para un alto el fuego» en la Franja de Gaza, en referencia a su propuesta de acuerdo para el fin de la ofensiva de Israel.

El Ministerio de Exteriores palestino ha señalado en un comunicado en su cuenta en la red social X que condena «firmemente» las acciones del «extremista Ben Gvir» y sus «prácticas criminales y provocadoras», así como «la profanación de la mezquita, con el objetivo de perpetuar su división temporal y espacial».

«Las prácticas coloniales y provocadoras de los colonos, encabezados por Ben Gvir, buscan incendiar la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén, y la región en su conjunto», antes de incidir en que la comunidad internacional «debe exigir responsabilidades a Israel, como potencia ocupante, y a sus colonos por sus graves violaciones del Derecho Internacional.

Por ello, ha recalcado que Jerusalén Este, «capital del Estado de Palestina», es «parte integral del territorio ocupado». «La mezquita de Al Aqsa y la Explanada de las Mezquitas es un lugar puramente musulmán, un área protegida y un lugar de patrimonio mundial amenazado», ha argüido, antes de reseñar que «el mundo no debe ser complaciente a la hora de hacer frente a las incursiones israelíes y otros crímenes cometidos en Jerusalén y contra los palestinos».

CRÍTICAS DESDE JORDANIA

Por su parte, el Gobierno de Jordania se ha sumado a las críticas a Ben Gvir por su visita a la Explanada de las Mezquitas y ha dicho que «condena enérgicamente» el «asalto» acometido por el ministro israelí, al que ha tildado de «extremista» y al que ha acusado de llevar a cabo «incursiones provocativas» en el complejo, «bajo protección de la Policía de ocupación israelí».

«Esto constituye una flagrante violación del Derecho Internacional y del Derecho Internacional Humanitario, una escalada condenable y una provocación inaceptable», ha afirmado el portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Fuad al Mayali, a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social X, donde ha reiterado el «rechazo absoluto» y la «enérgica condena» de Amán a las «continuas e inaceptables» visitas de Ben Gvir al lugar.

En esta línea, ha esgrimido que se trata de «una flagrante violación del ‘statu quo’ histórico y legal» en el lugar y ha hablado de «un intento de dividir temporal y espacialmente» la Explanada de las Mezquitas, motivo por el que ha advertido sobre las consecuencias de estas acciones «provocativas e ilegales» en lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén Este.

Al Mayali ha pedido por ello a Israel, como potencia ocupante, que «ponga fin» a este tipo de acciones, al tiempo que ha insistido en que son parte de «la política del Gobierno extremista israelí de seguir en una peligrosa escalada y continuar sus medidas ilegales y unilaterales en la Cisjordania ocupada».

Las visitas de altos cargos israelíes al complejo llevan aparejadas la condena de las autoridades palestinas y jordanas, encargadas de velar por el ‘statu quo’, que impide a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas, si bien la Policía ha tolerado rezos limitados en la zona cuando escolta a fieles que entran en el complejo.

En el lugar –en manos de Israel tras la toma de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967)– estuvieron ubicados el Primer y el Segundo Templo, herencia histórica destruida de la que sólo queda como vestigio el Muro de las Lamentaciones, así como la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para el islam.

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El Periodista