
EEUU mata a seis tripulantes de una “narcolancha” vinculada al Tren de Aragua
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció este viernes que un ataque nocturno en aguas internacionales del Caribe acabó con la vida de seis ocupantes de una embarcación que, según Washington, estaba ligada a la banda venezolana Tren de Aragua.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó este viernes que las fuerzas estadounidenses efectuaron la pasada noche un ataque contra una embarcación en el Caribe que, según la versión oficial, era una “narcolancha” operada por la organización criminal Tren de Aragua y que dejó seis muertos entre sus tripulantes. El anuncio fue publicado por Hegseth en sus redes sociales, donde vinculó a los fallecidos con el tráfico ilícito de drogas.
Hegseth calificó a los ocupantes como “narcoterroristas” y defendió la actuación como parte de una campaña dirigida a desarticular redes de narcotráfico que, según el Gobierno estadounidense, representan una amenaza para la seguridad. En su mensaje, el responsable del Pentágono prometió que las fuerzas seguirán “mapeando redes, rastreando gente, cazándola y eliminándola”, expresión que ha alimentado la controversia sobre el uso de la fuerza en operaciones fuera de combate convencional.
La acción forma parte de una serie de ataques militares estadounidenses contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico; en los últimos días la campaña se ha intensificado y se ha extendido también al Pacífico, aumentando el número total de víctimas. Analistas y países de la región han advertido sobre el riesgo de escalada y sobre posibles violaciones del derecho internacional si no se aporta evidencia pública que justifique cada intervención.
Organizaciones no gubernamentales y expertos en derecho internacional han exigido transparencia y han cuestionado la legalidad de las ejecuciones extrajudiciales fuera de un marco judicial o de combate declarado. Gobiernos de la región —entre ellos voces críticas en Suramérica— han pedido aclaraciones sobre la base legal de las operaciones y sobre la supuesta relación entre ciertos grupos delictivos y estructuras que justifiquen la calificación de “terroristas”. Washington no ha difundido hasta ahora pruebas públicas que detallen la supuesta actividad ilícita específica atribuida a la embarcación atacada.
El Ministerio de Defensa de Estados Unidos y la Casa Blanca no han facilitado más detalles operativos sobre el lugar exacto del ataque ni sobre la evidencia que vincula al buque con el Tren de Aragua; las autoridades afirman que las operaciones se llevaron a cabo en aguas internacionales y que no hubo bajas entre las fuerzas estadounidenses. Las reacciones políticas y legales en la región y en foros internacionales marcarán, en los próximos días, el debate sobre el alcance y los límites de esta campaña.
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