El mega proyecto inmobiliario Las Salinas de Copec en Viña del Mar

Por Patricio Herman, presidente Fundación Defendamos la Ciudad.

Aprovechando la ocasión, ha sido sumamente burlesco el fallo del 3er Tribunal Oral de Santiago, conformado por 3 juezas, que exculpó a los que recibían dinero de la empresa SQM a través de boletas falsas, con el falaz argumento de que los fiscales se habían demorado mucho tiempo en investigar. Dos de la juezas fueron las que promovieron esa corrupta teoría, la que ha sido validada por la prensa de derecha que protege la «reputación» de los suyos.

Pues bien, durante los últimos 20 años hubo una polémica de proporciones respecto a la utilización de un predio, algunos proponían que fuera un área verde, en el cual operaron durante casi 100 años diversas empresas petroleras en Viña del Mar, el que, después de las negociaciones de rigor y posteriores transacciones comerciales, quedó en poder de Copec y como el terreno que enfrenta la avenida Jorge Montt estaba lleno de residuos de hidrocarburos, fue indispensable que la autoridad ambiental emitiera su juicio por la forma inédita en Chile, empleada para su descontaminación. Acorde al título de esta columna, el proyecto de Copec se llama Las Salinas.

La empresa Copec obtuvo una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable para el método utilizado, la que fue impugnada en el Segundo Tribunal Ambiental por diferentes organizaciones sociales, ente especializado que validó dicha RCA, ante lo cual, unas pocas de esas organizaciones, una de ellas, la fundación Defendamos la Ciudad, recurrieron de casación ante el máximo tribunal judicial del país.

En un fallo unánime del 22/10/2025, la 3a Sala de la Corte Suprema no acogió las argumentaciones técnicas y jurídicas planteadas por los abogados de los recurrentes, de tal manera que el proyecto inmobiliario Las Salinas, que contempla una inversión de US$ 1.300 millones, tiene una inicial luz verde y como ya está resuelta la controversia, vale la pena recordar que años atrás, el arquitecto Esteban Undurraga, entonces gerente de ese proyecto, me invitó a almorzar en Santiago para intercambiar opiniones sobre esa iniciativa comercial.

Entre otras materias, recuerdo haberle propuesto que los estacionamientos de los vehículos motorizados de los residentes estuvieran localizados en el subsuelo del amplio terreno de 16 hectáreas, actualmente subdividido, ello por razones de estética y para que relucieran mejor las áreas verdes previstas. Los estacionamientos de visitas, le expresé al gerente, se podrían situar en ciertos y acotados espacios en superficie con guardias permanentes, ideas que aparentemente fueron acogidas por Undurraga.

Por la prensa hemos sabido que la alcaldesa Macarena Ripamonti ha expresado su férrea oposición al proyecto, pero llama sumamente la atención que su municipio nunca haya congelado (postergación de permisos) el sector para fijar, en un Plan Seccional, las normas urbanísticas que ella y su Concejo Municipal quisieran que se apliquen para ese terreno, teniéndose presente que en el actual Plan Regulador Comunal (PRC) son bastante permisivas. A modo de ejemplo, la altura allí fijada es libre y por ende, la misma de los futuros edificios se regirá solo por el tamaño del predio y por la rasante.

Ahora ya es tarde, y hasta de mal gusto, para que la alcaldesa proceda en tal sentido y como dicho fallo alude solo a la remediación del suelo contaminado, una vez concluida esa tarea de limpieza, la empresa Copec tendrá que solicitarle al Director de Obras Municipales (DOM) los actos administrativos necesarios para que, tan pronto se aprueben, se inicie la construcción de su proyecto que considera infraestructura, edificios habitacionales, distintos tipos de equipamientos como comercio, oficinas, hoteles, servicios y áreas públicas. La empresa se ha comprometido a ejecutar un gran parque que será utilizado, sin restricciones de ninguna especie, por la comunidad viñamarina y miles de veraneantes. Pero, otros actores bien documentados señalan que, una vez remediado el terreno, se debe modificar el PRC para habilitar los usos de suelo que admitirán las construcciones mencionadas.

Finalmente, como un hecho curioso, se debe destacar que este predio enfrenta la playa Los Marineros y por ello es incomprensible que el proyecto en comento se llame Las Salinas, nombre relacionado con la playa ubicada más al norte, pero le reconocemos a la empresa que ella decida como se denomina su millonaria inversión en la ciudad jardín.

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El Periodista