El Thyssen enfrenta a Picasso y Klee en una muestra que celebra su amistad y vínculo con Heinz Berggruen

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza inaugura una exposición que pone en diálogo las obras de Pablo Picasso y Paul Klee, unidas por el surrealismo, el dibujo y su relación con el legendario marchante alemán Heinz Berggruen.

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza abre este martes una exposición que propone un encuentro inédito entre Pablo Picasso y Paul Klee, dos de los grandes creadores del siglo XX. Bajo el título Picasso y Klee en la colección de Heinz Berggruen, la muestra explora los puntos de conexión entre ambos artistas —su afinidad con el surrealismo, la pasión por el dibujo y una amistad compartida—, así como su vínculo con el marchante y coleccionista alemán Heinz Berggruen, figura clave en la historia del arte moderno.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 1 de febrero de 2026, reúne 60 obras procedentes del Museum Berggruen y la Neue Nationalgalerie de Berlín, instituciones dirigidas por Klaus Biesenbach, además de piezas pertenecientes a la colección del propio museo madrileño. “Gracias a la selección de obras y a su disposición, hemos logrado traer mucho de Picasso al terreno de Klee. Ambos fueron dibujantes apasionados y compartieron una afinidad por el surrealismo”, explicó el director artístico del Thyssen, Guillermo Solana.

El diálogo no se limita a los artistas: también se extiende a los coleccionistas que fundaron ambos museos, Heinz Berggruen y el barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza. Para Oliver Berggruen, hijo del marchante, su padre veía en Picasso una “gran sinfonía” y en Klee “música de cámara”.

Comisariada por Paloma Alarcó y Gabriel Montua, la muestra se organiza en cuatro capítulos: el retrato y la máscara, los paisajes, las naturalezas muertas y los arlequines y desnudos. En las últimas salas, se confronta la representación del cuerpo humano según ambos artistas: la carnalidad expresiva de Picasso frente a la visión estructural y simbólica de Klee.

Con esta exposición, el Thyssen y el Museo Berggruen celebran la amistad, la modernidad y el poder del arte como lenguaje común entre dos genios y sus coleccionistas.

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El Periodista