Flotilla a Gaza califica de «obscenas» acusaciones de Ben Gvir sobre que no llevaba ayuda humanitaria

Las autoridades de Israel han afirmado este viernes que los 470 activistas que iban a bordo de las embarcaciones interceptadas previamente han pasado ya por un "proceso de inspección" tras su traslado a Asdod de cara a su futura deportación, con cuatro parlamentarios y europarlamentarios italianos como primeros expulsados del país.

La Global Sumud Flotilla, la iniciativa formada por alrededor de 40 embarcaciones con destino a la Franja de Gaza, ha calificado de «obscenas» las acusaciones vertidas por el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, que ha negado que llevaran la ayuda humanitaria a pesar de los vídeos publicados por los activistas durante su viaje.

«Dos años después del genocidio, la postura de Ben Gvir e Israel de que la flotilla transportaba poca o ninguna ayuda humanitaria no solo es verificablemente falsa, sino también obscena. Los barcos fueron meticulosamente documentados, cargados con suministros médicos, alimentos y otros bienes vitales para la población de Gaza, que están muriendo sistemáticamente de inanición por parte de Israel», reza un comunicado publicado en su canal de Telegram.

Así, ha remarcado que los hechos son «claros»: «La flotilla transportaba ayuda humanitaria, Gaza sufre hambre de forma deliberada e Israel está perpetrando un genocidio». Su «misión es romper el bloqueo y abrir un corredor humanitario para el suministro continuo de ayuda», ha reiterado, antes de añadir que la «campaña de desprestigio contra la flotilla no tiene que ver con la ayuda».

«Se trata de que Israel intenta borrar la evidencia de sus crímenes deslegitimando a quienes buscan defender el Derecho Internacional. La verdad no se puede borrar. Las imágenes de hambruna, niños esqueléticos, estantes vacíos y familias desesperadas bajo asedio están grabadas a fuego en la conciencia mundial», han expresado.

La iniciativa humanitaria ha hecho hincapié en que periodistas, observadores de Derechos Humanos, parlamentarios y organizaciones de ayuda han presentado «pruebas irrefutables» de la ayuda a bordo. Por ello, ha criticado que su negación forma parte de su «largo historial de mentiras que los medios de comunicación deben blanquear con frases como ‘Israel dice…'» y ha recordado que «la desinformación israelí no es nueva».

«Este es el mismo régimen que afirmó no bombardear hospitales, no matar de hambre a los palestinos, no obstruir convoyes (de ayuda), no ejecutar a civiles ni a trabajadores humanitarios, ni enterrar a 15 paramédicos y sus ambulancias en una fosa común. Cada una de esas mentiras ha sido expuesta. Como hemos visto repetidamente, cada acusación es una confesión del Gobierno israelí», ha sostenido.

En este sentido, ha manifestado que «repetir las falsedades de Israel hoy es ser cómplice del encubrimiento del genocidio» y ha pedido a los medios de comunicación que «rompan de una vez el reflejo de tratar las declaraciones israelíes como creíbles», alegando que «no existe la obligación periodística de amplificar la propaganda que ha sido refutada una y otra vez, a costa de cientos de miles de vidas palestinas».

Las autoridades de Israel han afirmado este viernes que los 470 activistas que iban a bordo de las embarcaciones interceptadas previamente han pasado ya por un «proceso de inspección» tras su traslado a Asdod de cara a su futura deportación, con cuatro parlamentarios y europarlamentarios italianos como primeros expulsados del país.

La Global Sumud Flotilla, que intentaba trasladar ayuda humanitaria a Gaza, ha denunciado «un ataque ilegal contra activistas desarmados» y ha abogado por «desafiar la normalidad genocida con desobediencia civil», ante la ofensiva de Israel contra el enclave en respuesta a los ataques del 7 de octubre de 2023, encabezados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

La ofensiva israelí contra la Franja ha dejado hasta la fecha cerca de 66.300 palestinos muertos –entre ellos 455, incluidos 151 niños, por hambre y desnutrición– según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, en medio de las críticas internacionales sobre las acciones del Ejército de Israel, especialmente en torno al bloqueo a la entrega de ayuda, que ha llevado a que el norte de Gaza haya sido declarado como zona de hambruna.

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El Periodista