Fracasa intento de Trump por imponer su agenda conservadora en universidades de EE.UU.

Nueve instituciones académicas rechazaron la oferta de beneficios federales a cambio de limitar protestas y proteger “las ideas conservadoras”. El plan fue calificado como una amenaza a la libertad académica.

La propuesta de la Administración de Donald Trump para firmar el llamado Convenio para la Excelencia Académica en la Educación Superior fracasó este lunes tras vencer el plazo sin que ninguna de las nueve universidades contactadas aceptara las condiciones.

El Gobierno ofrecía beneficios federales a cambio de aplicar en los campus ciertas “prioridades” de la Casa Blanca, como la protección de las ideas conservadoras, la eliminación de la discriminación positiva en becas y admisiones, y la restricción de protestas y pronunciamientos políticos del personal académico.

Siete de las instituciones —entre ellas las universidades de Pensilvania, Brown, Virginia, Dartmouth, Arizona, California del Sur y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT)— rechazaron públicamente el acuerdo, al considerarlo una amenaza a la libertad académica y a sus valores institucionales.

La Universidad de Brown, por ejemplo, recordó que su acuerdo vigente con el Gobierno federal “afirma expresamente la falta de autoridad del Estado para dictar el currículo o el contenido del discurso académico”, algo que el nuevo convenio ignoraba.

Otras dos universidades, Texas en Austin y Vanderbilt, no respondieron oficialmente, aunque esta última señaló haber enviado observaciones críticas a la Casa Blanca. La Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios calificó la iniciativa de “amenaza” y reiteró su rechazo nacional al proyecto.

La presidenta de la Asociación Americana de Colegios y Universidades, Lynn Pasquerella, aseguró que el Gobierno “subestimó la resistencia y la disposición de las instituciones de todo el país a defender sus valores fundamentales”.

Trump ha hecho de la reforma universitaria una de las banderas de su segundo mandato, buscando condicionar la financiación federal al alineamiento ideológico. En los últimos meses, la justicia estadounidense ha ordenado a la Casa Blanca restituir los fondos retirados a universidades como Harvard y la UCLA.

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El Periodista