Kaiser insiste en que el PC mantiene ocultas armas de Carrizal Bajo y reaviva debate a 37 años del plebiscito

El candidato presidencial libertario defendió el papel de la dictadura militar en el plebiscito de 1988 y acusó al Partido Comunista de conservar armamento ingresado clandestinamente en 1986. Investigaciones judiciales indican que la mayoría fue incautada y que no existe evidencia de arsenales activos.

En el aniversario número 37 del plebiscito de 1988, que marcó el inicio del retorno a la democracia en Chile, el candidato presidencial Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) publicó un mensaje en redes sociales en el que reivindicó el rol de la dictadura de Augusto Pinochet y acusó al Partido Comunista (PC) de mantener armas del fallido operativo de Carrizal Bajo, ocurrido dos años antes del referéndum.

“En la labor de consolidación democrática de los años 80 participó lealmente la oposición de la época, con excepción del PC, que siguió propugnando la vía armada (…) para lo que hicieron la internación más grande de armamento en la historia de Sudamérica el año 1986 en Carrizal Bajo. Armamento que fue sólo parcialmente decomisado y que conserva el PC o alguna de las organizaciones de su aparato militar, hasta el día de hoy”, escribió el exdiputado.

Kaiser sostuvo además que el plebiscito del 5 de octubre de 1988, en el que el “No” obtuvo el 55,99% frente al 44,01% del “Sí”, significó “una segunda oportunidad democrática” para el país, destacando a la dictadura como promotora del proceso.

Documento CNI que preparaba autogolpe el 5 de octubre de 1988: El fraude de la «noche roja»

Un episodio histórico bajo la dictadura

El Caso Carrizal Bajo es uno de los hechos más relevantes del periodo dictatorial. En agosto de 1986, las autoridades descubrieron el ingreso clandestino de más de 80 toneladas de armamento a través de las costas de Atacama, operación atribuida al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), vinculado al PC. El arsenal, proveniente de Cuba, incluía lanzacohetes, fusiles, explosivos y municiones.

La Central Nacional de Informaciones (CNI) decomisó la mayor parte del material bélico, aunque una fracción nunca fue recuperada. Diversas investigaciones judiciales y parlamentarias posteriores no hallaron evidencia de que el Partido Comunista mantenga arsenales activos ni vínculos con acciones armadas desde el retorno a la democracia.

Un plebiscito histórico

El referéndum de 1988, convocado por la propia dictadura en virtud de la Constitución de 1980, ofreció a la ciudadanía dos opciones: extender el mandato de Pinochet por ocho años o abrir el camino a elecciones libres. Con una participación cercana al 97% del padrón, el triunfo del “No” puso término a 17 años de régimen autoritario y dio inicio a la transición democrática.

El proceso es considerado un hito cívico que unió a amplios sectores sociales y políticos, y que demostró la fuerza de la vía institucional y pacífica frente a la represión y las restricciones impuestas por el gobierno militar.

Pinochet, según diversos reportajes y testigos, quiso torcer la decisión de las urnas, pero le fue impedido por la embajada de EEUU, el general Fernando Matthei al reconocer la derrota de la opción Si y el rol que jugó Renovación Nacional en la noche del plebiscito.

El triunfo del No en 1988: Crónica de una derrota anunciada

Debate sobre memoria y violencia política

Las declaraciones de Kaiser reavivan un debate latente sobre el legado de la dictadura y las estrategias que adoptó la oposición en los años 80. Historiadores coinciden en que la mayoría de los partidos democráticos apostó por una salida pacífica, mientras grupos minoritarios optaron por la lucha armada, en un contexto de graves violaciones a los derechos humanos y ausencia de libertades políticas.

A 33 años del plebiscito, la conmemoración continúa siendo un recordatorio de la decisión ciudadana de poner fin a la dictadura y recuperar la democracia, en contraste con visiones que aún buscan justificar el autoritarismo.

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El Periodista