Llegada de Sanae Takaichi reabre debate sobre desigualdad de género en la política mundial

La elección de la primera ministra de Japón marca un hito histórico pero evidencia una realidad persistente: menos de 30 países están liderados por mujeres y, según ONU Mujeres, la paridad política plena podría tardar más de un siglo en alcanzarse.

El nombramiento de la conservadora Sanae Takaichi como nueva primera ministra de Japón ha sido celebrado como un hecho histórico, pero también ha puesto en evidencia la escasa representación femenina en los espacios de poder político a nivel global.

Pese a los llamados de Naciones Unidas y otras organizaciones para fomentar la igualdad de género en los gobiernos y parlamentos, solo 29 países cuentan hoy con una mujer como jefa de Estado o de Gobierno. Según ONU Mujeres, la paridad de género en la esfera política “está aún lejos de ser alcanzada” y, al ritmo actual, podría demorar más de un siglo en consolidarse.

Entre los países con liderazgos femeninos destacan Barbados, Dominica, Islandia, Honduras, India, Italia y Dinamarca, a los que se suma Japón tras la llegada de Takaichi al poder. Sin embargo, las cifras reflejan una distribución desigual: solo el 22,9% de los miembros de los gabinetes en el mundo son mujeres, y apenas nueve países alcanzan o superan la paridad ministerial —entre ellos España y Chile—.

El informe de ONU Mujeres también advierte de un sesgo de género en la asignación de carteras, ya que las ministras suelen ocupar cargos vinculados a áreas sociales, como Cultura, Igualdad o Protección Social, mientras siguen siendo minoría en ministerios clave como Defensa, Economía o Relaciones Exteriores.

En el caso japonés, Takaichi, líder del Partido Liberal Democrático (PLD), rompe un histórico techo de cristal en una sociedad política dominada por hombres. Su antecesor, Shigeru Ishiba, apenas contaba con dos ministras en su gabinete y solo un 15% de los diputados en la Dieta son mujeres.

La nueva mandataria, conocida por su visión conservadora, podría impulsar una mayor participación femenina en la administración pública y en el propio PLD. Su esposo, el diputado Taku Yamamoto, será el primer “primer caballero” de Japón, tras haber adoptado el apellido de Takaichi en 2021.

A pesar de avances recientes —como las primeras presidentas electas en México, Namibia y Macedonia del Norte—, más de un centenar de países nunca han tenido una mujer al mando, recuerda la ONU. Desde la pionera Sirimavo Bandaranaike en Sri Lanka en 1960, hasta figuras emblemáticas como Angela Merkel o Indira Gandhi, el liderazgo femenino sigue siendo una excepción en la política mundial.

La llegada de Takaichi, aunque simbólicamente poderosa, revela que el desafío de la igualdad política aún está lejos de resolverse.

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El Periodista