
Miles de israelíes exigen aplicar «todas las sanciones posibles» a Hamás para que devuelvan a todo rehén
Las autoridades israelíes siguen a la espera de otros 13 cuerpos de secuestrados durante los ataques del 7-O, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 raptados, según el Gobierno de Israel.
Decenas de miles de personas han vuelto a salir este sábado por la noche a la calle en distintos puntos de Israel para exigir la devolución inmediata de los trece rehenes muertos cuyos cuerpos sin vida continúan en manos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza y han reclamado al Ejecutivo israelí que ejerza una mayor presión sobre el grupo islamista para que el regreso se produzca lo antes posible.
Al igual que en semanas anteriores, la más numerosa de todas las protestas convocadas ha tenido lugar en Tel Aviv, si bien otras ciudades como Haifa o Jerusalén han sido también testigo de los marchas –organizadas por el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos– contra la guerra en el enclave palestino y contra la actuación del Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
«No descansaremos hasta que todos estén de vuelta, hasta el último rehén», ha aseverado la madre de uno de los soldados recientemente liberados, Anat Angrest, que ha tomado la palabra desde la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv en representación de los familiares de todos los rehenes vivos y fallecidos en el marco del conflicto posterior a los ataques del 7 de octubre de 2023.
En la misma línea, el padre de otro de los cautivos cuyo cuerpo ha sido devuelto recientemente, Alon Nimrodi, ha denunciado que Hamás sigue reteniendo restos humanos pese a los compromisos pactados y ha apelado directamente al Gobierno de Israel para demandar una postura más firme para garantizar el retorno de todos los rehenes, según declaraciones recogidas por el diario ‘Times of Israel’.
Algunos de los asistentes han insistido en la idea de aplicar «todas las sanciones posibles» contra el grupo islamista, mientras que otros han subrayado que el vigente acuerdo, si bien es imperfecto, constituye la última oportunidad para recuperar los restos de los cautivos y evitar «un ciclo interminable de violencia».
Asimismo, buena parte de los asistentes a las concentraciones a lo largo y ancho del país se han pronunciado a favor de la apertura de una investigación estatal sobre los ataques de Hamás en octubre de 2023, reclamando además la creación de una comisión estatal que analice «los errores de seguridad y de decisión política» que permitieron la agresión.
Sin embargo, el Gobierno hebreo ha desechado ya esta posibilidad, pese a la existencia de voces críticas que acusan a la coalición liderada por Netanyahu de «no asumir su responsabilidad personal por los fallos políticos y militares durante el ataque terrorista de Hamás».
Netanyahu, por su parte, ha justificado su rechazo a esta propuesta alegando que dicha comisión estaría influida por el sistema judicial, con el que su Ejecutivo mantiene un enfrentamiento prolongado.
Hasta ahora, Hamás ha entregado los restos de 15 rehenes muertos y ha liberado a los 20 rehenes que seguían con vida, como parte del acuerdo de alto el fuego. Así, las autoridades israelíes siguen a la espera de otros 13 cuerpos de secuestrados durante los ataques del 7-O, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 raptados, según el Gobierno de Israel.
Por su parte, el Gobierno israelí ha liberado a cerca de 2.000 palestinos que estaban en sus cárceles y ha entregado cerca de 200 cadáveres, en medio de acusaciones cruzadas sobre violaciones del alto el fuego, incluido el continuado cierre del paso de Rafá, en la frontera con Egipto, para el paso de ayuda humanitaria.
 
			
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