
Pérez Esquivel le escribe una carta abierta a María Corina Machado: “¿Por qué llamaste a EEUU para invadir Venezuela?”
El Premio Nobel 1980 envió una misiva crítica a la opositora venezolana, cuestionando su cercanía con Estados Unidos, su postura frente a Maduro y recordando los estragos del intervencionismo en América Latina.
El premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel, dirigió una carta abierta a la política opositora venezolana y también ganadora del Nobel, María Corina Machado, con un mensaje cargado de advertencias políticas, históricas y morales.
A sus 94 años, Esquivel parte la misiva con un saludo de “Paz y Bien” hacia los pueblos afectados por pobreza, guerras y violencia, y evoca su propia experiencia con las dictaduras en América Latina.
“Me sorprendió tu designación como Premio Nobel de la Paz… me vinieron a la memoria las luchas contra las dictaduras en el continente y en mi país”, escribe, reivindicando su compromiso con los pueblos y la coherencia entre palabra y acción.
En seguida, Esquivel critica el vínculo de Machado con Estados Unidos y su silencio frente a la injerencia extranjera:
“Me sorprende cómo te aferras a EEUU: debes saber que no tiene aliados, ni amigos, solo intereses… las dictaduras impuestas en América Latina destruyeron pueblos que luchan por su libertad y autodeterminación”.
El Nobel cuestiona directamente una dedicatoria de Machado del Nobel a Donald Trump, aludiendo al episodio como una contradicción de sus reclamos contra el gobierno venezolano:
“¿Por qué llamaste a EEUU para que invada Venezuela?… No has dicho una palabra o apoyas la injerencia de la gran potencia contra tu país.”
Pérez Esquivel también hace una advertencia sobre los peligros de recurrir a violencia externa como forma de resolver crisis políticas.
Por último, el nobel invita a Machado a reflexionar sobre su papel y su herencia política en un contexto latinoamericano marcado por intervenciones, dominación y deseo de soberanía.
«Corina, como dice el poeta: caminante no hay camino, se hace camino al andar. Ahora tienes la posibilidad de trabajar para tu pueblo y construir la Paz, no provocar mayor violencia, un mal no se resuelve con otro mal mayor. Solo tendremos dos males y nunca la solución del conflicto. Abre tu mente y corazón al diálogo, al encuentro de tu pueblo, vacía el cántaro de la violencia y construye la Paz y unidad de tu pueblo para que entre la luz de la libertad e igualdad», culmina su carta abierta.
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