
Rodrigo Paz asume la presidencia y abre una nueva era política en Bolivia
El nuevo mandatario, hijo de Jaime Paz Zamora y heredero de una tradición política histórica, gobernará durante el bicentenario boliviano con el desafío de revertir la crisis económica y reconstruir la institucionalidad tras casi 20 años de hegemonía del MAS.
Rodrigo Paz ha sido elegido presidente de Bolivia con el 54 por ciento de los votos, derrotando a Jorge “Tuto” Quiroga y marcando el inicio de un nuevo ciclo político en el país andino. Su mandato coincidirá con la conmemoración de los 200 años de independencia y con una de las peores crisis económicas de las últimas décadas, caracterizada por la escasez de combustibles, dólares y un creciente déficit fiscal.
Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y sobrino nieto de Víctor Paz Estenssoro, histórico líder de la Revolución Nacional de 1952, el nuevo mandatario representa una continuidad familiar en la historia política boliviana. Nacido en Santiago de Compostela hace 58 años, Rodrigo Paz inició su carrera como diputado y se consolidó como figura pública durante su gestión como alcalde de Tarija entre 2015 y 2020, donde proyectó una imagen de dirigente moderado y dialogante.
Desde el Senado, donde ocupó un escaño en los últimos años, fue una de las voces más críticas del gobierno de Luis Arce. Ahora, Paz deberá enfrentar el desafío de recuperar la confianza ciudadana en las instituciones, especialmente en el sistema judicial, y reactivar una economía golpeada por la falta de liquidez y el descontento social.
En su primer discurso como presidente electo, reiteró su llamado a la unidad y a la apertura del país al mundo. “Sabemos que la ideología no da de comer, sino el derecho al trabajo, las instituciones fuertes, la seguridad jurídica, el respeto a la propiedad privada y la certidumbre por el futuro”, afirmó.
A nivel internacional, se espera que su gobierno reoriente las relaciones exteriores, marcando distancia con antiguos aliados como Venezuela y acercándose a Estados Unidos, Israel y Argentina, cuyos gobiernos ya felicitaron su victoria.
Paz, que se convirtió en el primer mandatario elegido en segunda vuelta desde 2009, tendrá como vicepresidente a Edmand Lara, un exoficial de policía conocido por sus denuncias de corrupción en redes sociales. Analistas destacan que esta dupla representa una combinación entre la tradición política de una familia influyente y la irrupción de una figura ciudadana ajena al establishment, en un contexto de agotamiento del modelo que dominó Bolivia por casi dos décadas.
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