¿Son felices los animales en el zoológico? Estudio analizó percepción sobre su bienestar

Un grupo de investigadoras e investigadores de la U. de Chile analizó cómo niñas, niños y adolescentes, entre 7 y 18 años, perciben el bienestar de distintas especies en cautiverio, desde un mono hasta una tarántula.

¿Qué tan felices se ven los animales del zoológico? Esa fue la pregunta que se realizó un grupo de investigadoras e investigadores de la Universidad de Chile, quienes a partir de esto realizaron el estudio “How Happy Do These Animals Look? Exploring Factors Influencing Children’s Perceptions of Animal Welfare at the Zoo”, publicado recientemente en la revista científica Animals.

El estudio tuvo dos objetivos principales: evaluar cómo niños, niñas y adolescentes reconocen las necesidades de los animales y analizar de qué manera la cercanía evolutiva de las especies, el estado emocional de los participantes y su impresión general del bienestar influyen en cómo califican tanto a los animales como a su entorno en el zoológico.

Las especies elegidas fueron un mono, un loro, un caimán, una rana, un pez y una tarántula y 254 niños, niñas y adolescentes de 7 a 18 años los evaluaron.

La investigación realizada por María Ignacia Vera-Concha, Manuel Rojas, Daniel Cartes, Mari Carmen Villarroel, Martín Pérez, Vladimir Venegas, Cristóbal Briceño, Javiera Calderón-Amor y Daniela Luna de la Universidad de Chile, y María Camila Ceballos de la Universidad de Calgary, reveló que los peces recibieron las calificaciones ambientales y animales más altas, incluso más altas que los mamíferos y las aves.

Además, se observó que el estado emocional de los participantes influía en sus valoraciones: quienes sentían alegría o calma tendían a evaluar a los animales y su entorno de manera más positiva.

La médica veterinaria María Ignacia Vera Concha, explicó que la idea de estudiar la percepción de la felicidad y el bienestar de los animales nació luego de hacer su práctica en el Zoológico Metropolitano. “Teníamos que ver todo el tema de alimentación, limpieza, observación de conductas y entrega de enriquecimiento ambiental, que son estímulos o actividades diseñadas para promover comportamientos naturales, favoreciendo su actividad física y mental. Ver ese trabajo diario me hizo notar los grandes esfuerzos que se realizan por promover su bienestar, a pesar de los prejuicios que muchas veces existen hacia los zoológicos”, explicó.

La profesional añadió que fue testigo de cómo el público tiende a atribuir emociones humanas a los animales: “muchas veces escuchaba comentarios del tipo ‘pobrecito, está triste’, sin saber que un león a las tres de la tarde está simplemente descansando, tal como lo haría en su hábitat natural. Ahí me di cuenta de cuánto influyen nuestras propias emociones en la forma en que interpretamos el bienestar de los animales”.

Evaluación de percepción de bienestar animal

El estudio, realizado en el Bioparque Buin Zoo, mostró que para los niños, niñas y adolescentes, el bienestar animal es algo más allá que simplemente proporcionar comida o agua, sino que también reconocieron la importancia de los comportamientos naturales y los entornos adecuados para cada especie. Las calificaciones entregadas -y donde destacaron los peces- fueron influenciadas por el estado emocional de los participantes, su impresión general del bienestar de cada animal y la cercanía evolutiva de las especies observadas. Los participantes que reportaron emociones positivas dieron evaluaciones más favorables de bienestar animal.

«Lo que nos sorprendió es que, en general, los ven bastante bien. Elegimos especies de distintas clases filogenéticas, o sea, un mamífero, un ave, un reptil, un anfibio, un pez y un invertebrado y lo que nos sorprendió es que al que mejor evaluaron, más que feliz, sino mejor como un concepto global de bienestar, es a los peces”, cuenta la profesional.

La investigación fue liderada por Daniela Luna, académica del Departamento de Ciencia Animal de Favet y especialista en Bienestar Animal, quien explica que “un hallazgo interesante fue que los niños que expresaban emociones positivas al observar a los animales tendían a evaluarlos mejor. Esto sugiere que su propio estado emocional influye en la forma en que interpretan la felicidad o el bienestar de los animales”.

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El Periodista