
Un muerto y más de cien heridos en protestas contra el Gobierno en Lima
Las manifestaciones, convocadas tras la destitución de Dina Boluarte, dejaron más de un centenar de heridos, entre ellos 78 policías y once periodistas. El nuevo presidente José Jerí pidió una investigación “exhaustiva” para esclarecer la muerte de un manifestante.
Al menos una persona murió y más de un centenar resultaron heridas durante las manifestaciones antigubernamentales registradas en Lima, Perú. Las autoridades confirmaron además la detención de diez personas en el marco de las protestas que exigen cambios profundos tras la reciente crisis política.
El Ministerio de Sanidad informó que el Hospital Arzobispo Loayza recibió a 16 heridos, uno de los cuales —identificado como Eduardo Ruiz Sanz, de 32 años— llegó sin signos vitales. Otros dos permanecen graves. En tanto, el Hospital Dos de Mayo atendió a cuatro personas con politraumatismos leves, y diez policías fueron trasladados al Hospital Central de la Policía Nacional.
La Defensoría del Pueblo cifró en 102 los heridos —24 manifestantes y 78 agentes— y confirmó la detención de ocho personas por “delito contra la tranquilidad pública” y dos por “control de identidad”.
El presidente José Jerí expresó su pesar por la muerte de Ruiz Sanz y pidió que “las investigaciones determinen con objetividad los hechos y las responsabilidades”. Por su parte, el ministro del Interior, Vicente Tiburcio, aseguró que las fuerzas policiales “no estuvieron presentes en la zona donde se produjo el deceso”, aunque anunció una investigación exhaustiva.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) denunció que, según testimonios recogidos en el lugar, el joven habría sido alcanzado por un disparo presuntamente realizado por un policía vestido de civil. Exigió una “investigación inmediata, independiente y transparente”.
La Asociación Nacional de Periodistas informó, además, que once comunicadores resultaron heridos —seis de ellos por impacto de proyectil— durante la cobertura de las manifestaciones, que derivaron en enfrentamientos cerca del Congreso.
Las movilizaciones fueron convocadas por organizaciones estudiantiles, transportistas y sindicatos para protestar contra la corrupción, la inseguridad y la crisis política que atraviesa el país. Ocurrieron pocos días después de la destitución de la expresidenta Dina Boluarte por “incapacidad moral permanente” y del ascenso al poder de José Jerí, quien prometió un Gobierno “de reconciliación nacional” sin participación de congresistas ni exministros.
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