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Los vecinos de las favelas del Complexo da Penha y del Complexo do Alemão, en la zona norte de Río de Janeiro, expresaron este miércoles su indignación con las fuerzas de seguridad del estado tras la operación policial contra el crimen organizado realizada la víspera, que dejó más de un centenar de muertos.
“Ayer nos echaron, nos tiraron bombas de gas. Hoy viene todo el mundo aquí a ver los cuerpos. ¿Para qué? ¿Para ver lo que los delincuentes protegidos por la ley hacen? Son bandidos uniformados protegidos por el Estado. En la favela hay bandidos, pero aquí se respeta a todo el mundo”, denunció Eliaci Santana, una vecina de la zona, durante una recorrida de la Agencia Sputnik por el lugar.
Santana se encontraba en la plaza de São Lucas, en la barriada de Penha, donde los vecinos han ido colocando decenas de cadáveres hallados en una zona boscosa durante la madrugada, con el objetivo de que sus familiares puedan identificarlos.
Aunque la cifra oficial divulgada por el Gobierno de Río de Janeiro habla de 54 muertos —50 presuntos narcotraficantes y cuatro policías—, los testimonios y registros de los residentes elevan el número total de víctimas a más de un centenar, incluyendo cuerpos que no han sido contabilizados oficialmente.
Las protestas de este miércoles reflejan la creciente tensión entre las comunidades y las fuerzas del orden en Río, en un contexto marcado por operaciones cada vez más letales en las favelas bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
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