
Activistas trazan una línea roja en Madrid para denunciar violaciones de DDHH en Gaza
Quince organizaciones humanitarias pintaron una línea roja en la Puerta del Sol para exigir mayor presión internacional sobre Israel, alertar del agravamiento de la crisis humanitaria y reclamar la entrada urgente de ayuda, la protección de civiles y una paz permanente basada en verdad, justicia y reparación.
Representantes y activistas de quince organizaciones marcaron este jueves una línea roja por Gaza en pleno centro de Madrid, en un acto simbólico con el que buscan recordar que, pese al alto el fuego declarado, la catástrofe humanitaria persiste y millones de palestinos continúan viviendo en condiciones “insoportables”. La intervención, realizada en la Puerta del Sol, reunió a medio centenar de personas vestidas con camisetas y accesorios rojos, en alusión a las violaciones del derecho internacional humanitario que —acusan— Israel sigue cometiendo.
Según explicó Amnistía Internacional, la acción exige a la comunidad internacional y al Gobierno español reforzar la presión diplomática para permitir un aumento masivo y sin obstáculos de la asistencia humanitaria, garantizar la protección efectiva de la población civil, ampliar las evacuaciones médicas y establecer una paz permanente.
Las organizaciones advierten que Israel “ha roto el alto el fuego más de 500 veces desde el 10 de octubre”, lo que habría causado la muerte de cerca de 350 personas, en su mayoría mujeres, personas mayores y niños. Desde el inicio de la ofensiva el 7 de octubre de 2023, casi 70.000 personas han perdido la vida en la Franja y más de 170.000 han resultado heridas.
Aseguran además que “las condiciones de vida en Gaza siguen siendo terribles”: más de un millón de personas continúan hacinadas en el sur del enclave, obligadas a sobrevivir en una franja mínima de territorio tras múltiples desplazamientos forzados. La mayoría reside en tiendas improvisadas, sin agua corriente, electricidad ni saneamiento, rodeados de basura acumulada y aguas residuales.
La inminente llegada del invierno —el tercero desde el inicio del conflicto— agrava aún más el panorama. Las lluvias ya caídas han empeorado la situación y las ONG advierten de un aumento de enfermedades respiratorias e hipotermia, especialmente entre menores. “Sin mejoras urgentes en agua, saneamiento, refugio y alimentación, más personas morirán por causas totalmente evitables”, alertan.
También denuncian que Israel mantiene la ocupación militar de más del 50% de la Franja de Gaza, por lo que reclaman la retirada inmediata de sus fuerzas y el cese de los ataques en Gaza y Cisjordania. Exigen igualmente el fin del bloqueo impuesto desde 2007, así como la apertura de pasos fronterizos para permitir la entrada masiva de ayuda esencial, incluyendo medicamentos, alimentos, agua, material de construcción, equipos de saneamiento y combustible.
Las organizaciones señalan que productos humanitarios valorados en 50 millones de euros permanecen retenidos en almacenes porque el Gobierno israelí impide su ingreso, mientras familias enteras enfrentan frío y lluvia en refugios improvisados sin calefacción ni agua limpia. Además, piden habilitar vías de evacuación para quienes deseen salir o requieran atención médica urgente, garantizando su derecho al retorno cuando existan condiciones seguras.
La iniciativa —impulsada por Alianza por la Solidaridad-ActionAid, Amnistía Internacional, Asamblea de Cooperación por la Paz, CEAR, La Coordinadora de ONGD, Educo, El Día Después, Entreculturas, Farmamundi, Greenpeace, Médicos del Mundo, Médicos Sin Fronteras, Novact, Oxfam Intermón y UNRWA— será replicada en los próximos días en distintas comunidades autónomas.
Las 15 entidades recalcan que cualquier acuerdo de paz debe sustentarse en los principios de verdad, justicia y reparación. Para ello, demandan investigaciones independientes y transparentes sobre todas las violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas por todas las partes, con el fin de que sus responsables rindan cuentas ante la justicia.
Finalmente, subrayan la necesidad de garantizar la participación efectiva de la población palestina en los procesos políticos, de reconstrucción y en todas las decisiones que afecten a su vida y su territorio. “El camino a seguir debe ser liderado por la ciudadanía palestina y basado en el cumplimiento de los derechos fundamentales”, enfatizan.
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