
Bolivia abre la puerta a reanudar relaciones a nivel de embajadores con Chile
Con el nombramiento del economista y diplomático Fernando Aramayo Carrasco como canciller, el gobierno de Rodrigo Paz Pereira en Bolivia da señales concretas de querer reactivar el vínculo diplomático pleno con Chile, cortado hace décadas. Quedan en el aire los obstáculos jurídicos y políticos, pero los nuevos actores lo consideran viable.
El nuevo gobierno boliviano que preside Rodrigo Paz Pereira ha incorporado en su equipo de ministros a Fernando Aramayo Carrasco como titular de la cartera de Relaciones Exteriores, y esa designación se enmarca claramente en un giro estratégico hacia la apertura internacional, incluyendo la intención de reanudar relaciones diplomáticas plenas con Chile.
¿Quién es el canciller Aramayo?
Fernando Aramayo (51 años) es economista con amplia trayectoria en gestión de políticas públicas y en el ámbito internacional, especialmente en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia.
En su perfil destaca experiencia en descentralización, planificación estratégica y diplomacia técnica, lo que lo posiciona como un actor preparado para gestionar un posible restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas.
¿Por qué Bolivia apuesta a reactivar el vínculo con Chile?
Desde su campaña, Rodrigo Paz anunció que su política exterior “sí retomará la relación con Estados Unidos y reactivará el diálogo bilateral con Chile”.
Respecto a Chile, Paz sostuvo que “las relaciones con Chile tienen que cambiar” e indicó que estaría dispuesto a reanudar conversaciones a nivel de embajadores, interrumpidas desde hace más de medio siglo.
Expertos bolivianos destacan que el restablecimiento diplomático completo permitiría mayor acceso de Bolivia a mercados del Pacífico, cooperación bilateral y vinculación con foros como APEC.
¿Qué obstáculos persisten?
A pesar de la disposición declarada, algunos analistas advierten que el camino no será sencillo. Uno de los principales impedimentos es la histórica disputa marítima de Bolivia con Chile, la cual ha sido la justificación principal para que no existan ambas misiones diplomáticas plenas actualmente.
Además, de acuerdo a los análisis, la reanudación a nivel de embajadores requeriría al menos una hoja de ruta diplomática negociada, en la cual se definan condiciones, pasos y niveles de confianza mutua antes de efectuar el nombramiento oficial de embajadores.
¿Es viable la reanudación?
Con la designación de Aramayo y las declaraciones del gobierno de Paz, sí parece haber una ventana real para que Bolivia impulse de nuevo las relaciones diplomáticas plenas con Chile. Las señales incluyen:
- Cambio de orientación en política exterior de Bolivia hacia mayor apertura.
- Un diplomático-calificado al mando de la Cancillería, con experiencia internacional.
- Un contexto regional donde la integración y el comercio vuelven a ganar prioridad mutua.
No obstante, Chile deberá también adoptar un enfoque proactivo para aceptar conversaciones sobre el restablecimiento, incluyendo quizás alguna iniciativa técnica o consular previa para reconstruir confianza mutua.
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