Bolsonaro cumple cien días en arresto domiciliario

El expresidente brasileño enfrenta una condena de 27 años por su papel en la fallida trama golpista de 2022. Sus abogados buscan evitar que cumpla la sentencia en la cárcel de Papuda, una de las más seguras de América Latina.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumple este miércoles cien días bajo arresto domiciliario a la espera de conocer en qué lugar deberá cumplir los 27 años de prisión a los que fue condenado por liderar la fallida trama golpista de 2022. La incertidumbre y las maniobras políticas crecen ante la posibilidad de que su destino sea la prisión de máxima seguridad de Papuda, en Brasilia.

El magistrado del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, tiene pendiente resolver el último recurso de la defensa, que solicita mantener el arresto domiciliario o, en su defecto, que Bolsonaro cumpla la condena en dependencias de las Fuerzas Armadas, argumentando su condición de capitán retirado del Ejército.

Los partidarios del exmandatario han desplegado una intensa campaña para evitar su ingreso en Papuda, alegando que su estado de salud no es compatible con las condiciones médicas y alimentarias del penal. Sostienen que Bolsonaro sufre crisis nerviosas debido al estrés por la posibilidad de pasar más de dos décadas en esa cárcel, considerada una de las más seguras del continente.

El sistema penitenciario de Brasilia, dependiente de un gobierno que fue intervenido tras los ataques del 8 de enero de 2023, llegó a solicitar que Bolsonaro fuera sometido a una evaluación médica, con el fin de acreditar si el presidio estaba preparado para recibirlo, aunque la petición fue rechazada.

Como alternativa, se baraja habilitar una celda especial en la sede de la Policía Federal en Brasilia, similar a la que albergó al entonces expresidente Luiz Inácio Lula da Silva durante su detención en Curitiba.

Durante estos cien días, Bolsonaro ha llevado una rutina estrictamente vigilada: permanece con tobillera electrónica, tiene prohibido el uso de redes sociales y no puede recibir visitas sin autorización judicial. Solo ha salido por motivos médicos.

A pesar de su aislamiento, el exmandatario mantiene un sólido apoyo entre sus seguidores, que han protagonizado manifestaciones en su defensa y presionado al Congreso para aprobar una amnistía para los condenados por el asalto a los Tres Poderes. No obstante, el proyecto se encuentra detenido por falta de consenso parlamentario.

Con este escenario, el futuro judicial y político de Bolsonaro sigue siendo incierto, mientras el Supremo se prepara para decidir si el exmandatario brasileño pasará sus próximos años en libertad vigilada o tras los muros de una cárcel de máxima seguridad.

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El Periodista