Graves disturbios en Bangladesh tras la condena a muerte de la ex primera ministra Hasina

La sentencia por las muertes ocurridas durante las protestas de 2024 desata masivas movilizaciones, con ataques, incendios y choques con la Policía. El primer ministro interino, Muhammad Yunus, afirma que el fallo “reafirma que nadie está por encima de la ley”.

La condena a muerte dictada este lunes contra la ex primera ministra de Bangladesh, Sheij Hasina, por su responsabilidad en la muerte de 1.400 personas durante las manifestaciones antigubernamentales de julio y agosto de 2024, desencadenó una ola de disturbios en distintos puntos del país. Las protestas, muchas de ellas en apoyo a la sentencia y exigiendo su ejecución, han dejado por ahora medio centenar de heridos, incluidos agentes de seguridad.

Uno de los focos más tensos se registró en Daca, frente a la casa del padre de Hasina, el histórico político Seij Muyibur Rahman. Hasta allí llegaron manifestantes con dos buldóceres y altavoces, con la intención de realizar una demolición simbólica del inmueble, incendiado tras la huida del país de la ex mandataria. Al intentar traspasar las barricadas policiales, se produjeron enfrentamientos con cargas, uso de porras y granadas de sonido. Militares también fueron desplegados.

El clima de violencia se extendió por la capital y otras ciudades, donde se registraron incendios intencionados, detonaciones y cerca de 50 vehículos —principalmente autobuses— fueron quemados. En Gpalganj, manifestantes bloquearon la autopista Daca-Julna e incendiaron neumáticos, mientras que en Moulvibazar derribaron árboles para cortar la carretera Rajnagar-Fenchuganj-Sylhet.

El primer ministro interino, Muhammad Yunus, defendió el fallo y subrayó que reafirma un principio esencial: “nadie está por encima de la ley”. En un comunicado, reconoció que para las víctimas la sentencia puede parecer “insuficiente”, pero destacó que constituye un paso necesario para la justicia y la rendición de cuentas tras el levantamiento de 2024.

Yunus responsabilizó directamente a Hasina de ordenar el uso de fuerza letal contra jóvenes y niños que “solo tenían su voz como arma”, lo que, sostuvo, “contradice la ley y rompe el vínculo más básico entre gobierno y ciudadanía”. Además, llamó a reconstruir las bases democráticas dañadas por “años de opresión” y apeló a la “valentía y humildad” del país para enfrentar los desafíos que vienen.

La ex primera ministra fue declarada culpable de la muerte de seis manifestantes desarmados en Daca, en agosto del año pasado, y de instruir a la Policía a emplear fuerza letal contra quienes participaban en las movilizaciones. Su condena ha encendido un país que aún intenta procesar la violencia política reciente.

Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.

El Periodista